El más sexy del planeta

AGENCIAS

Cada año, la revista estadounidense People elige al hombre vivo más sexy del planeta, selección que se ha convertido en todo un clásico desde 1985. Ese título lo han obtenido actores y celebridades como Mel Gibson, Richard Gere, Brad Pitt, George Clooney, Hugh Jackman, Johnny Depp, Pierce Brosnan, Chris Hemsworth y David Beckham, entre muchos otros.

Aunque no se trata de una encuesta, la elección suele tener el visto bueno de los lectores de la revista, aunque en la edición 2016 se generó cierta controversia alrededor de la figura de Dwayne “The Rock” Johnson, un hombre musculoso aunque no unánimemente atractivo. Y el ganador de este año parece que también viene con polémica: se trata de Blake Shelton, el músico country y jurado del programa The Voice.

El cantante se mostró algo reacio a hacerse del título, pero finalmente fue convencido por su novia, la cantante Gwen Stefani, de aceptarlo y brindarle una nota a la revista. “Ella me dijo: ‘escúchame’, si no aceptas este regalo y simplemente vives el momento, vas a lamentarlo el resto de tu vida’. He sido feo toda mi vida. Si puedo ser sexy por un año, ¡lo tomo!”, aseguró Shelton.

Pese a ese primer momento de duda, el músico pronto le encontró el gusto al asunto y, según le contó a People, está “ansioso por refregarle el título en la cara” a su compañero en The Voice, Adam Levine, el vanidoso líder del grupo Maroon 5, quien fue el más sexy en 2013.

“No voy a tratar esto como Hugh Jackman o uno de esos tipos que lo toman con humildad. La gente me va a odiar por esto. Porque voy a usarlo en cada conversación, ya sea en The Voice o en la tienda de segunda mano en Tishomingo, Oklahoma (su pueblo natal), o en una conversación con un médico. Hasta que tenga que entregarle el título a alguien más, es mío. Esto es como un certificado”, bromeó.

Shelton contó que, mientras crecía, pasó unos años incómodos. “Al describirme como niño, sólo tengo una palabra: gordo”.

Para cuidar su figura, suele subir a la caminadora, aunque nunca deja la comida chatarra que más le gusta.