The killers, la banda millennial y su anti-rockstar

 

Se presentan hoy en el Foro Sol, bajo el liderazgo de Brandon Flowers, quien rechaza aquello de sexo, drogas y rock&roll


Brandon Flowers, líder y vocalista de The Killers —la banda más emblemática de la generación millennial y que esta noche se presentará en concierto en el Foro Sol de la Ciudad de México—, es el anti-rockstar por excelencia en el mundo de la música.

A pesar de que en los años recientes The Killers le han generado fama, fortuna y un bien ganado prestigio como artista, Brandon Flowers, de 37 años, se resiste a cumplir con los estereotipos clásicos del género: sexo, drogas y rock&roll.

Por el contrario, es un músico que no bebe, no fuma, no se droga, no le gustan las fiestas y, a pesar de los coqueteos e insinuaciones de sus miles de seguidoras en cada concierto, jura que siempre le ha sido fiel a Tana Mundkowsky, su esposa, a quien conoció en una tienda de discos cuando tenía 21 años.

Lo paradójico es que el rockero es originario de Las Vegas, la llamada Ciudad del Pecado. Y en más de una ocasión ha sido considerado en las listas de distintas publicaciones como uno de los hombres más sexys del mundo (según People, es el número 44).

“Supongo que no hace daño ser considerado un símbolo sexual cuando se es artista, pero mi vida no es la de un rockstar común. Me gustan mucho las mujeres, claro, pero no es algo que yo persiga. No coqueteo con ellas, no juego con fuego. Llevo años de tocar e irme a dormir a casa con mi esposa. Ni siquiera recuerdo mi última borrachera. Es tan lejana, que no puedo acordarme. Soy el anti-rockstar por definición”, le confesó Flowers al periodista Óscar Balderas de la revista Domingo.

El rechazo a esa vida de excesos de rockstar se explica por la fe que profesa el cantante. “Fui criado como mormón, pero me involucré más en mi religión cuando tuve mi primer hijo. Eso ayudó. Tomé conciencia de que me volvería un ejemplo para mis hijos y, además, creo en ser mormón, soy creyente, no es sólo tradición”, aseguró.

Para él, darle la espalda a muchas cosas no es tan duro como parece. “Al principio sí fue difícil, porque toda la mitología alrededor de la estrella de rock tipo Led Zepellin y David Bowie es muy divertida. Todas esas historias son emocionantes, así que cuando eres joven y te va bien en la música sientes la necesidad de experimentar lo que tus ídolos hicieron, pero yo me di cuenta muy pronto que eso no era para mí. Era el espejismo de una vida que no va conmigo.

Los primeros trabajos del cantante giraron alrededor de la vida hotelera de Las Vegas, hasta que escuchó la canción “Heroes”, de David Bowie. A partir de entonces todo cambió. Dejó su trabajo como botones, así como sus estudios universitarios, para dedicarse de lleno a la música. En 2005 se casó y dos años después nació el primero de tres hijos. Fundó un grupo llamado Blush Response, cuyo éxito hizo que sus integrantes quisieran mudarse a California, pero Brandon no quería abandonar su familia ni su lugar de origen, así que creó otra banda en 2001: The Killers.

El nombre de su nueva banda surgió en honor a la banda ficticia que toca en el video musical del tema “Crystal”, de la agrupación británica New Order, de la que era fan.

En los cuatro años siguientes esa banda acumuló siete nominaciones al Grammy, ganó dos Brit Awards, un MTV Europe Music Awards y obtuvo 17 galardones más resultantes de 80 postulaciones a premiaciones que bandas veteranas sólo sueñan con lograr.