A ahorrar se ha dicho…

Una de las principales banderas de acción a partir del 1 de diciembre cuando ya tenga puesta en el pecho la Banda Presidencial, Andrés Manuel López Obrador pondrá en operación todo un anunciado programa de austeridad republicana en donde se verá como, sin bonos, sueldos excesivos, gastos de representación, viáticos, celulares, choferes, escoltas y toda una gama añeja de gastos incluyendo los presupuestos a partidos políticos al Instituto Nacional Electoral, que escudados especialmente estos últimos en argumentos de garantía de que no habría dinero de procedencia ilícita en los procesos electorales, no sólo ahorraban sino hasta pidieron dinero para un edificio que habría de tener hasta instalaciones deportivas.

Todo lo anterior, se acabó y es enserio.

Por todas las secretarías corre por los pasillos, oficinas, elevadores, escaleras y de persona a persona, que las cosas serán como nunca se han visto. ¡Austeras!

De entrada, en la Cámara de Diputados lo nunca visto. Legisladores que llevan su comida en tupperware. Que desde tortas en bolsas de papel, hasta bebidas energéticas, frituras y pastelillos de todas marcas, es lo que consumen en las sesiones y los llamados padres de la Patria, los senadores.

En ambas cámaras, el ahorro, llegó para quedarse. Que comedores para diputados o vales para que comieran los informadores ni qué nada. Ya Lorenzo Córdova, presidente del INE ha anunciado que se prepara el presupuesto mas austero en la historia, donde se bajarán sueldos y de asesores ni hablar. En este último tema, en el Senado, fueron retirados de nómina más de dos mil asesores para 400 senadores.

Por cierto, que el tema de la reducción de legisladores vuelve a resurgir. Ahora, con las mayorías de Morena en ambas cámaras se iniciará el 1 de diciembre con un desfile de iniciativas y de reformas a la Constitución “porque la IV Transformación de México, así lo demanda”.

De hecho, se ha iniciado con el retiro de los escoltas de secretarios de Estado de la actual administración. El único que tiene su cuerpo de escoltas como al principio es el saliente presidente Enrique Peña Nieto, que en sus últimos actos, inauguró en Guadalajara, el Tren Rápido y ahí, hizo un amplio reconocimiento a todos y cada uno de los integrantes de su gabinete por su entrega y su respuesta en cada una de las responsabilidades.

Por otra parte, el mismo Peña Nieto comió en la casa del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, con quien por más de 95 minutos, conversó. Que se recuerde, ni los presidentes priistas, ni Ernesto Zedillo Ponce de León, invitó a comer a su casa a Vicente Fox ni Felipe Calderón lo hizo con Peña Nieto.

De cualquier manera, cada vez faltan menos días para conocer nuevas y grandes sorpresas del gobierno entrante y de lo que surja de lodo y también verdades del que se va que al n y al cabo la fecha mágica del 1 de diciembre garantiza que no habrá ni persecuciones ni mucho menos encarcelamientos a quienes de una u otra manera, construyeron el más grande monumento que vergüenza e irrita a los mexicanos: la corrupción.

Esta se acaba y para empezar no habrá inspectores de nada. Adiós a los delegacionales, o a los bandidos del Invea, Meyer Klipp, se convertirá en uno de los
que se salva del castigo. Los de las delegaciones, los de salubridad, los delincuentes vestidos de civil del suplantador de autoridad, Robarne Aus den Ruthen Haag.

No habrá inspectores de nada. Pero ello, no será gratuito. O Todos caminan derecho, o se las van a dejar caer como nunca.