A la búsqueda del pueblo perdido

 

En muchos países los partidos están en crisis


En gran parte de los países del mundo, una elección significa la búsqueda del voto perdido.

En México, desde tiempos inmemoriales el desfile del Día de Muertos en Sinaloa ha sido histórico. Es más, varias películas lo han utilizado como referencia, aunque eso no sirvió para que ese tipo de desfiles se instauraran en las principales ciudades del país. Pero fue hasta que vino James Bond a filmar su película “Spectre”, que decidimos realizar el mejor desfile del Día de Muertos en la CDMX.

Nuestra relación con la muerte, con la física y la moral es profunda. Por eso en estos momentos en los que al parecer vivimos como si el tiempo no pasara y atravesamos por los rituales políticos como si fuéramos Chichén Itzá, Teotihuacán o alguna piedra de nuestras pirámides; conviene no olvidar que muchas de esas piedras fueron hechas por pueblos ahora desaparecidos o sepultados.

Antier, en la primera media hora del que aún era el posible aspirante a candidato presidencial, José Antonio Meade, mi memoria recordaba “Con M de Macron”, la columna que publiqué hace más de seis meses en este mismo periódico. Ya para el anochecer, cuando hice el balance de su día, me fui a la cama con sabor a Jacques Chirac.

En muchos países los partidos están en crisis. Y por eso Angela Merkel –la mujer más poderosa en Europa y en el mundo– no ha formado gobierno, porque la gente ya está harta del fracaso de los políticos.

En este momento para el ciudadano Meade -que sigue siendo ciudadano y seguramente esa es su mayor ventaja– la gran lección por aprender es, que más allá de que sea propuesto por el partido del Gobierno al que perteneció, lo que realmente necesita es conquistar el voto del pueblo perdido.

Pero no hay que confundir subir a la pirámide de la Luna o del Sol y amar a nuestra civilización, con pensar que hoy eso aún está vigente, porque eso ya quedó en el pasado.

Por lo tanto, en estos días de rituales en los que recibió el apoyo entusiasta de la clase obrera y de los burócratas priistas, en los que vimos la versión PRI/PCUS en su modalidad más pura, y después comenzó a hacer homenajes a lo que quedó en el ayer; es conveniente que alguien le recuerde al candidato que si bien es inevitable que haga todo eso porque así estaba previsto, hoy la campaña es con el pueblo, y el pueblo no está en ninguna de esas acciones.

¿Cómo hará la campaña? ¿Cómo conseguirá volver a ser el ciudadano Meade frente al candidato Meade? Son aspectos que forman parte de su gran desafío.

Y mientras tanto para nosotros, el sufrido pueblo, el problema es el mismo, porque nos ahogan tanto con el “cómo”, que terminamos olvidando la importancia del “por qué” y el “para qué”.

@antonio_navalon