Actos de desesperación

 

Margarita Zavala decidió quedarse fuera de la contienda presidencial y anunció que no declinará por alguien en especial


Margarita Zavala decidió quedarse fuera de la contienda presidencial y anunció que no declinará por alguien en especial, porque simplemente consideró que no contaba con los adeptos necesarios para efectuar un papel que tuviera posibilidades de ganar. La realidad indica que la esposa de Felipe Calderón Hinojosa nunca tuvo oportunidad, siquiera de acercarse a cualquiera de los candidatos partidistas, y lo mismo ocurrió con Armando Ríos Piter, lo cual habla de que, por lo pronto, el independentismo no cobrará fuerza en México como lo ha hecho en otras latitudes.

De inmediato se soltaron las conjeturas acerca de la posibilidad de que la señora Zavala se sumara a otro proyecto, y fue el mismo Ricardo Anaya quien le envió un mensaje de que estaba abierto a la negociación; pero no encontró respuesta, ya que los agravios cometidos han calado profundamente en el matrimonio Calderón Zavala, quienes prefirieron alejarse sin intentar obtener rendimientos de la aventura independiente. De cualquier manera podemos tener la seguridad de que la señora Zavala seguirá en el escenario político porque así lo ha hecho toda su vida.

Por lo pronto, desde Guanajuato, uno de los bastiones más fuertes del blanquiazul, Andrés Manuel López Obrador calificó la defección de Margarita Zavala como un acto de desesperación de los candidatos; y ante la reunión de José Antonio Meade Kuribreña con Vicente Fox Quesada, de inmediato los calificó como la mafia del poder. Sin lugar a dudas los epítetos que el tabasqueño endilga a sus adversarios son producto de una estrategia muy elaborada y no simples ocurrencias del hombre de Macuspana.

La diferencia que hemos observado durante las últimas semanas en los procesos de medición de las preferencias electorales son producto de la metodología que utiliza cada empresa para realizar sus evaluaciones y, aunque en ocasiones parecen disímbolas, al final las cosas se acomodarán porque las metodologías son distintas y, por consecuencia, las conclusiones del momento pueden resultar diferentes.

Lo cierto es que la mayor parte de ellas reconocen todavía la delantera que lleva Andrés Manuel López Obrador.

De acuerdo a los especialistas en la utilización de metodologías para determinar la preferencia de los mexicanos en esta difícil elección, al final difícilmente se presentarán variaciones que anticipen una debacle del puntero. Es más, ni siquiera sus excesos darían al traste con su proyecto, aunque también debemos señalar que, en otras ocasiones, fue el mismo López Obrador quien hizo de todo con tal de perder. Para muchos expertos, hasta ahora no hay posibilidades de que alguien derrote al señor López; aunque en materia electoral tampoco hay nada escrito.

El tiempo para establecer la posibilidad de una alianza útil se agota, y al paso que van, no creo que los candidatos panistas y tricolores hayan reparado en que el tiempo resultará su mayor enemigo. Andrés Manuel López Obrador sigue haciendo lo que sabe hacer muy bien; pero aunque haya soportado un posible desvanecimiento a causa de su agotamiento, decide seguir porque no habrá otra oportunidad. Lo cierto es que su llegada al poder no cambiará mucho todo lo que critica, porque sus mismos correligionarios son especialistas en procesos de corrupción. Al tiempo.