Aguas…

Manos desconocidas cierran las válvulas para crear escasez de agua con fines políticos y afectar la gobernabilidad de la capital
Carlos Ferreyra Carrasco Publicado el
Comparte esta nota

Me envía un correo mi sobrino Alfonso, que se firma en el feis como Poncho Felo. Asegura que en la delegación Azcapotzalco, encabezada por un inútil llamado Pablo Moctezuma les racionan el agua, que les dotan una semana cada mes.

Poncho dice que se trata de autoridades surgidas de Morena, lo que es cierto, pero no lo es. Veamos: Pablo, hermano de un neomorenista de alcurnia que saltó de la Fundación Azteca a las filas de Andrés Manuel, fue elegido delegado como militante del partido amarillo, hoy azulado y naranjita.

Pero como es costumbre esa indecencia de moverse hacia donde soplan mejor los vientos, Pablito decidió que su futuro está con su hermanito en Morena. Y bueno, como suele suceder en las mejores naves del mundo marino, brincó del barco que está medio hundido.

Coincidente con el comentario de mi sobrino, hubo un anuncio que dice así, sin ambages, a lo bestia, que en diez años la ciudad de México, antes el amado Distrito Federal, tendrá una crisis por falta de agua.

En la vecindad en que vivo hace un año dejó de entrar agua. De entonces a la fecha se alinean las pipas enormes todos los días para dotar de agua a las tres vecindades y su alrededor de 200 familias.

Enfrente, están en proceso de construcción tres vecindades verticales, de 25 pisos cada una.

Hay una venta parcial y la segunda torre no la han concluido, pero ya las pipas hacen fila para descargar el agua.

En la zona se erigen media docena de edificios monstruosos, todos de vivienda con enormes, inhumanos jardines y bellas albercas bajo techo con chapoteaderos y líneas de entrenamiento. Agua por todos lados, excepto para el consumo humano que deben acarrear de los ductos antes asignados a las zonas marginales de Cuajimalpa.

Y cuando menciono jardines inhumanos, estoy pensando en campos de golf que benefician a tan pocos especialmente en esta zona donde, como vemos a diario, el agua es un elemento más que vital.

Como es costumbre entre nuestros inadaptados administradores públicos, “ternurita”, también conocido como Miguel Ángel hizo la revelación del siglo: manos desconocidas cierran las válvulas para crear escasez de agua con fines políticos y afectar la gobernabilidad de la capital. “Su” capital, claro.

Como las válvulas no está al aire libre ni en casas de puertas abiertas, es de lógica primaria saber quiénes son los que hacen tal cosa. Por ahora sólo amenazados “si son sorprendidos”, dice MAME.

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil