AMLO 2: caso Alemán y censura adelantada de AMLO

 

El acoso en redes contra el veterano columnista Ricardo Alemán por un retuit con un breve comentario ambiguo desató una peligrosa censura contra la libertad de expresión


El acoso en redes contra el veterano columnista Ricardo Alemán por un retuit con un breve comentario ambiguo desató una peligrosa censura contra la libertad de expresión que derivó en el cierre de sus espacios en Televisa y Canal 11.

Detrás de esas reacciones autoritarias hay un mensaje preocupante: empresas periodísticas en proceso de entendimiento con el candidato presidencial de Morena reaccionaron contra el columnista: Televisa y su entrevista complaciente en Tercer Grado y Canal 11 como empresa de la Secretaría de Educación Pública.

El caso Alemán pone en el centro de los debates el tema de la libertad de expresión en términos absolutos. Si algunos consideran que se equivocó, entonces que lo critiquen en redes. Pero nunca debiera pedirse el cierre de los espacios de expresión porque entonces la expulsión de Alemán de Televisa y Canal 11 es parte de la censura que viene.

El asunto se centra en un hecho claro: al columnista Alemán le cerraron sus espacios en Televisa y Canal 11 por un comentario expresado en sus redes sociales particulares, lo que deja la señal de que se van a censurar en unos medios opiniones personales en otros medios.

Lo más grave ha sido que colegas periodistas que viven de la libertad absoluta de expresión y de opinión hayan caído en el juego de la censura. Poca reacción tuvo el video donde Paco Ignacio Taibo II dice que habría que fusilar a los que critican a López Obrador y que hay mucho espacio en los campos del Cerro de las Campanas donde fueron enterrados los traidores Miramón y Mejía.

Se puede estar contra lo que diga un columnista, pero no se le puede condenar al silencio o a la censura. Alemán tiene más de cuarenta años de experiencia profesional y ha sufrido censuras en La Jornada cuando López Obrador tenía una oficina en ese periódico, acosos y burlas del entonces presidente Zedillo y presiones en El Universal.

El acoso lopezobradorista contra Alemán debe tener una lectura estratégica sobre el ambiente de censura que viene. Nunca los empresarios mexicanos habían recibido tantos denuestos como los hechos por López Obrador en días pasados como un aviso de los estilos autoritarios de hacer política.

Ahora le toca a la prensa, vía Alemán. López Obrador, que podría ser el titular del gobierno próximo, está redocumentando las relaciones con medios antes de llegar.

No debe olvidarse que el gobierno es el principal anunciante en medios con cargo al presupuesto y que los legisladores priistas perdieron la oportunidad de legislar una ley que le quitara el poder arbitrario personal al titular del Ejecutivo sobre el gasto publicitario. Como jefe de Gobierno del DF, López Obrador dio dinero publicitario a leales, en actos de censura evidente.

Televisa se ha acercado a López Obrador por el parentesco de Emilio Azcárraga con un empresario lopezobradorista. Y Canal 11, empresa del Estado, cede a la censura para no molestar al líder morenista a costa de violar su código de respeto a las opiniones.

El caso Alemán es un aviso contra la prensa crítica.

Política para dummies: La política es el equilibrio del poder entre los más fuertes, con los débiles pagando la factura.

Si yo fuera Maquiavelo: “El que llega al poder con la ayuda de los nobles se mantiene con más dificultad que el que ha llegado mediante el apoyo del pueblo, porque los que lo rodean se consideran sus iguales y en tal caso se le hace difícil mandarlos y manejarlos como quisiera”.