AMLO, Trump y la migración

A pesar de no haber recibido su constancia de mayoría por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el virtual presidente Andrés Manuel López Obrador entró en una dinámica de anuncios, conferencias y declaraciones que lo hacen sentir en funciones faltando más de 120 días para el 1 de diciembre, fecha en que se colocará la banda presidencial para iniciar su mandato de seis años.

Así, ocupando vacíos de la administración que se va, López Obrador ya dio a conocer nombramientos de gabinete, proyectos de descentralización, consulta popular para el tema del TP01, el avión presidencial que si bien no puede vender, sí pondrá a disposición de magnates o presidentes de otras naciones, entre otras cosas.

Ni hace una semana el tabasqueño recibió a Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, al yerno de Donald Trump y a otro alto funcionario de aquel país, a quienes entregó un carta de ocho hojas para el mandatario de la Unión Americana en la que le propone un plan de trabajo para atender y detener la migración de países como Honduras, El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Costa Rica y otros, incluso de otros continentes que se filtran por la porosa frontera del Suchiate con Guatemala y en el tren La Bestia, buscan llegar a Estados Unidos. Donald Trump, se llena la boca diciendo que México no hace nada por Estados Unidos pero omite decir que hasta hoy, ni un solo terrorista ha entrado a Estados Unidos por México.

Además se le olvidan al magnate inmobiliario las toneladas y toneladas de drogas, marihuana, amapola, fentanilo y pastillas psicotrópicas que serían de un impacto sumamente grave si llegaran al consumo del mayor mercado del mundo: Estados Unidos. Se incinera droga constantemente en campos militares de varios estados, especialmente Guerrero, Michoacán, Tamaulipas, Sinaloa, Durango, Tabasco, Chiapas y otros con testigos de la DEA que certifican que el veneno de los enervantes se consume en esas incineraciones.

Como respuesta, Trump hace como que “no hay luz” para reconocer que de allá para acá mandan armas y dinero en efectivo, que es con lo que los cárteles sostienen a sicarios e integrantes de las pirámides delincuenciales que son la pesadilla del cobro de piso, renta y secuestro que, sumados, hacen que la inseguridad en México esté en niveles históricos.

Pero, mas allá de eso, en su carta a Trump, cuyo contenido se acaba de dar a conocer, López Obrador expone respetuosamente que si Estados Unidos gasta miles de millones de dólares en contener migrantes, encarcelarlos, juzgarlos y deportarlos con todo lo que ello implica, se puede hacer que los mismos países de donde salen esos hombres y mujeres puedan invertir en creación de empleos, lo que paralelamente a crear realmente una frontera mexicana en el sureste que detuviera no sólo a migrantes, sino a víctimas de trata de personas, armas e incluso droga.

Una propuesta que al gobierno saliente no se le ocurrió pero que parece que a Trump, el tabasqueño próximo presidente no sólo le simpatiza sino que también aporta ideas y, de paso, le pide en la misiva que llegue a buen término la renegociación del TLC, que además ya contará con representantes de AMLO, aunque no haya recibido su constancia de mayoría.