Analogías históricas desde el Palacio de Miraflores

En su última insensatez el dictador venezolano, Nicolás Maduro, decidió victimizarse una vez más, pero empleando en esta ocasión una analogía delirante. Maduro sostiene que y cito textual: “Somos los nuevos judíos del siglo XXI que persiguió Hitler. Así somos. No llevamos la estrella de David amarilla aquí. Llevamos el corazón rojo de ganas de luchar y de pelear por la dignidad humana. Y los vamos a derrotar a estos nazis del siglo XXI. A estos fascistas”.

¿De qué nazis habla? ¿Quiénes son los fascistas? Ya enloqueció por completo, especialmente si consideramos que guardando todas las proporciones existen más analogías entre él y Hitler que entre los simpatizantes de su gobierno y los judíos perseguidos durante la Segunda Guerra Mundial. Al llegar al gobierno alemán, Hitler desmanteló los elementos democráticos del Estado hasta convertirlo en una dictadura en la que no había en los hechos separación de poderes, igual que Maduro. Hitler no toleraba el disenso y persiguió a sus opositores, igual que Maduro. Para Hitler quien no estuviera de acuerdo con él no sólo se convertía en su enemigo, sino en enemigo de toda la nación, igual que Maduro. En la Alemania de Hitler los medios estaban controlados por el Gobierno, igual que en la Venezuela de Maduro. Hitler en última instancia llevó a su pueblo al desastre, lo cual también podría decirse de Maduro. En suma, el tiranuelo venezolano debería poner más atención en las analogías que utiliza porque la de los judíos sencillamente no empata. Sabemos que se le ocurrió porque Nicolás Maduro es de origen judío. Su abuelo era un judío sefaradita llegado a Curazao que se asentó después en Venezuela. Todo esto para vergüenza de la comunidad judía no sólo venezolana sino hemisférica incluida la mexicana. ¡Ya teníamos suficiente con Shanik!

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