Anaya vs AMLO: ante la corrupción

 

AMLO no dio a la sociedad nada más que su promesa de que él no será corrupto, por lo que no hay mucho que contrastar, por el contrario, Anaya sí ha hecho una propuesta mucho más seria


La corrupción, la inseguridad y el alza en los precios de las gasolinas son los elementos centrales que marcan el enojo que es el sentimiento principal de la sociedad de cara a las elecciones. El desborde de la corrupción en este sexenio, la impunidad e incluso el cinismo tienen a México en los niveles más altos de corrupción del mundo entero. La sociedad civil, empresarios y el resto de los grupos sociales, incluidos los jóvenes, reaccionaron muy fuerte ante esta penosa realidad. ¿Qué proponen los dos candidatos con posibilidades de ganar la presidencia sobre combatir la corrupción?

AMLO ha hecho de la corrupción la única bandera y propuesta para acabar con todos los problemas nacionales e internacionales del país. Ha sido relevante que ponga en el debate el tema, sin embargo, su solución para combatirla parece simplista. Que el presidente no sea corrupto es, desde luego, una condición sine qua non, empero faltarían muchos más elementos para terminar con ella.

Desafortunadamente en 15 años de campaña, AMLO no dio a la sociedad nada más que su promesa de que él no será corrupto, por lo que no hay mucho que contrastar.

Por el contrario, Anaya sí ha hecho una propuesta mucho más seria. En primer lugar, la ley, cambiar la Constitución para que el presidente pueda ser juzgado por actos de corrupción. Segundo, lo institucional: hacer eco de la sociedad civil, proponiendo un fiscal general y un fiscal anticorrupción independientes del presidente. Tercero, la propia estructura del régimen político en cuanto a implantar un gobierno de coalición en donde el presidente comparta el gobierno con diversos partidos con un mayor peso en el Congreso del cual fue miembro, por cierto. Y, cuarto, crear una comisión independiente para investigar posibles actos de corrupción del actual gobierno y en su caso, someterlos a juicio, lo que es un hito en la historia de la democracia moderna ya que jamás un candidato opositor, ni Cárdenas, Heberto Castillo o Maquío, habían siquiera sugerido algo así por el tabú de que al “establishment” nunca se le toca. Ante el tema central de la campaña, AMLO no propuso nada concreto más que lo obvio, en contraste, Anaya sacude al sistema de fondo de arriba abajo.