La clave Duarte

 

La PGR sin bromas vulgares sobre la sospecha de que la procuradora anterior le ayudó a Duarte a escapar y ahora lo detuvieron sólo para cuidarlo


Se espera que pronto esté de regreso en México, no estaba especialmente escondido, aunque eso no quiere decir que fuera sencillo encontrarlo.

Y es que, aparentemente Javier Duarte se sentía tan seguro al grado de pedirle a su concuño que le llevara a sus hijos a Guatemala en un vuelo privado.

Aunque hay que reconocer que ese sistema elegido por el exgobernador de Veracruz es el peor para probar la inocencia de alguien.

Primero porque salió huyendo tras pedir licencia como gobernador y declarar en un noticiero de televisión que era inocente y no se escaparía. Y después porque comenzó el juicio de las redes sociales, donde ha sido condenado y ejecutado sin ninguna posibilidad de redención.

La PGR sin bromas vulgares sobre la sospecha de que la procuradora anterior le ayudó a Duarte a escapar y ahora lo detuvieron sólo para cuidarlo, ha logrado en un par de semanas dos detenciones importantes, donde conforta saber que por la tendencia legalista del actual procurador se intentará hacer lo mejor posible.

Pero más allá de Javier Duarte, es importante saber que ya empezó el juicio histórico contra el PRI, y todo lo que está pasando hay que leerlo en términos y en claves que nos conducen hacia su condena.

Cada vez que leo que estas detenciones son una trampa para ganar las elecciones del Edomex me da mucha risa, porque independientemente de lo que determinen los tribunales, lo que ya es muy contundente es el veredicto de la opinión pública y política que no puede ser peor en este momento para el partido que está en el gobierno.

Si bien la elección del 4 de junio ya estaba lo suficientemente sucia, ahora ha comenzado una depuración en la vida política, donde lo lamentable es que todo eso esté pasando después de que los estadounidenses consiguieran la información a través del caso Odebrecht, para hipotecar y hacer estallar los sistemas políticos latinoamericanos.

En nuestro caso no necesitamos mucha ayuda, nos basta con la producción local, y esa no puede ser más espantosa.

Es tiempo de excesos y los de Duarte son los más visibles. Pero los excesos también estuvieron en esa guerra que ya lleva al menos 12 años entre el actual gobernador de Veracruz y el equipo Herrera-Duarte.

En ese sentido, la premura por legalizar la detención de Duarte a cargo de la autoridad federal no deja de ser curiosa, aunque es lógica dada la batalla que nunca tendrá fin entre Miguel Ángel Yunes y sus antecesores.

Tal como sucedieron los hechos creo que la detención fue producto de continuar con una manera distinta de resolver las situaciones. El problema radicaba en que si realmente lo querían encontrar o no, y está claro que esta vez sí quisieron encontrarlo.