Atracos

 

Los ciudadanos no debemos hacernos cargo de las omisiones de los burócratas. El problema es nuestro


La voracidad de la sociedad mercantil a cargo de la ciudad es tóxica. Sabedores de la proximidad de su fin público no dejan arista sin rascar. Cualquier agregado a lo obtenido es aprovechado. Cada quien tiene sus historias, algunas rayanas en lo demencial.

Las mías son estas: al intentar obtener la constancia de verificación 2017, tarea casi imposible ante lo inabordable de la página oficial dispuesta, me encontré con la sorpresa de una “multa por haber verificado extemporáneamente”, cuyo pago debía realizar inmediatamente.

Acudí a la tesorería, de donde me enviaron a la Setravi, “pues era tema de su competencia”. No dispuesto a dejarme extorsionar por estos facinerosos, perdí toda una jornada para recibir como respuesta, ante la contundencia de mi comprobante, que “el sistema no registró mi pago por alguna razón”, y por ello debía portar una fotocopia en la guantera, por si era detenido. Así, sin disculpa o pesar, aunque fuera simulado. Los ciudadanos debemos hacernos cargo de las omisiones de los burócratas. El problema es nuestro.

Apenas repuesto, recibí una notificación del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, donde me comunican que “aún siendo un causante cumplido, se han detectado algunos pagos pendientes cuya liquidación debe efectuarse para evitar cortes del servicio”. Otra mentira. No he dejado de pagar un solo bimestre. Poseo todos los recibos de los últimos 10 años, no soy tan fácilmente “secuestrable” por la banda. Perderé otra vez mi tiempo, pero no pagaré el rescate.

Probablemente estas cosas se hagan al azar, y seguramente dejan utilidades. Lo irritante es nuestra indefensión ante las dolosas imputaciones de la “autoridad”, basta su dicho y toda la carga demostrativa es nuestra. En derecho, quien afirma que está obligado a probar, en la CDMX pueden inventarle cualquier cosa, y usted deberá desmontar la trama, o pagar. No hay disyuntiva. ¡Y así aspiran al Senado!