Bibliofóbicos

 

Los funcionarios le tomaron fobia a la lectura de los asuntos públicos y consideraron a la instrucción por escrito como una pérdida de tiempo


Un gobernador tomó, en los ochenta, un curso de lectura rápida para evitar la acumulación de expedientes y asuntos en su escritorio, pues los leía en lo básico y a partir de ahí decidía. A nivel nacional, empleados de todo rango tenían acuerdos periódicos con sus superiores, y los preparaban con cuidado; pues de ahí salían decisiones documentadas, cuyo seguimiento y evaluación conforman la gestión pública. Los presidentes giraban instrucciones en memoranda y oficios, y estudiaban expedientes de los proyectos, generalmente modificados con sus instrucciones antes de activarlos. Cárdenas sigue siendo el ejemplo del mandatario ocupado en legar documentalmente los entretelones de su gestión. Sus memorias constituyen una auténtica lección de historia.

Pero de pronto algo pasó. Los funcionarios le tomaron fobia a la lectura de los asuntos públicos y consideraron a la instrucción por escrito como una pérdida de tiempo. Hoy es casi un sacrilegio presentar un documento, así sea del asunto más delicado, en más de tres cuartillas.

Los coordinadores de oficina insisten en las “presentaciones ejecutivas”, eufemismo tras el cual se esconde la aversión a la lectura de sus jefes. Mal asunto. Los vuelve ajenos a la operación, a la instrucción personalizada.

Les cierra la posibilidad de dejar archivos donde pueda quedar clara la ruta de su mandato y, peor aún, abre el espacio donde deciden intereses no necesariamente coincidentes con los suyos.

No en todos lados pasa lo mismo. El Papa, por ejemplo, acaba de recibir, a pedido suyo, un documento de 2,300 cuartillas con el asunto de la pederastia en Chile. Ofreció leerlo personalmente para tomar las delicadas decisiones que ese tema amerita. Con seguridad lo hará. No puede sujetarse a las versiones de la burocracia vaticana. No pidió adaptación resumida, como sucede en México.

Quizá ahí se encuentren muchas explicaciones sobre el distanciamiento pueblogobierno.