Brexit y Fed, enemigos del peso

 

El país enfrenta un entorno externo muy complicado


La depreciación del peso es una preocupación en el mercado, ya que la especulación y los factores externos como el Brexit y las decisiones de la Fed se han convertido en enemigos de la moneda nacional.

Y es que ésta es una disminución del valor o del precio de algo. Esta caída puede detectarse a partir de la comparación con el valor o el precio previo, o en relación a otras cosas de su misma clase.

Según las autoridades, la devaluación del peso en los últimos meses ocurrió sin contaminar negativamente a las principales variables de la economía mexicana, que empezó muy bien el año y está teniendo “un crecimiento balanceado, robusto y resistente a un entorno internacional complicado”. Pero la realidad es otra, y a la alza del dólar se le suma el aumento en la inflación y a temores en las inversiones.

Lo que deben estar analizando las autoridades es que los riesgos que traería una mayor depreciación del peso, podría disparar la inflación y estimular a los responsables de la política monetaria a aumentar de nuevo la tasa de interés clave.

La realidad es que el país enfrenta un entorno externo muy complicado, caracterizado por una caída en el precio del petróleo, bajo crecimiento económico mundial, una postura monetaria dispareja en las diferentes regiones del mundo y ahora los efectos adversos por el Brexit.

Ante este escenario, se exige la Comisión de Cambios debería de intervenir ya de manera discrecional en el mercado cambiario para tranquilizar a los mercados y que la moneda mexicana retome su correlación con otras divisas emergentes.

Y es que la depreciación cambiaria no justifica un alza en las tasas de interés, ya que esta medida debería aplicarse sólo ante presiones inflacionarias o por un ajuste al alza en las tasas de la Reserva Federal de Estados Unidos.

Aunque se debe tener en cuenta que mientras en EU y Europa se encuentra en una situación de crisis política, los efectos económicos se reflejan en algunas economías emergentes. Por ello es que no pueden descartarse nuevos episodios de volatilidad financiera mundial por lo que vigilará el desempeño del tipo de cambio y su eventual impacto en los precios.