Cancillería a migrantes: ¡por favor no regresen!

 

Secretaría de Relaciones Exteriores los exhorta a no regresar al país


Echados por la crisis económica mexicana y un modelo de desarrollo excluyente, los millones de mexicanos legales e ilegales que viven en EU son ahora exhortados por la Secretaría de Relaciones Exteriores a no regresar al país porque no hay bienestar para todos y sirven más enviando remesas que engrosando aquí los cinturones de marginación.

El dato más revelador de las cifras de migración de México hacia Estados Unidos radica en el hecho de que de 1991 a 2014 –los años del Tratado de Libre Comercio, libre salinista– alrededor de 9 millones de mexicanos cruzaron la frontera huyendo de la crisis de México provocada por la aplicación de la política económica neoliberal del grupo De la Madrid-Salinas-Zedillo, una media de 450 mil migrantes anuales a lo largo de dos decenios.

De los 12 millones de mexicanos nacidos en México que viven en EU –el resto nació ahí–, alrededor de 11 millones carecen de estatus legal o papeles para trabajar. Eso sí, esa población flotante que carece de naturalización envía a México una media anual de 24 mil millones de dólares, poco más de los ingresos por exportaciones petroleras, el doble de las exportaciones agropecuarias.

En la lógica del utilitarismo del pensamiento neoliberal mexicano, los migrantes ayudan más al país estando en Norteamérica que regresando a su patria porque aquí no hay empleos, ni salarios, ni bienestar. En este sentido, el programa emergente para migrantes de la Secretaría de Relaciones Exteriores, anunciado entre sonrisas por la canciller Claudia Ruiz Massieu Salinas, fue leído como un mensaje de “por favor no regresen, les ayudamos si se quedan y les ponemos abogados”.

En los hechos, México carece de posibilidad para recibir a los millones de migrantes que serán deportados por el gobierno de Donald Trump; la crisis mexicana apenas puede darle bienestar a 20 por ciento de los mexicanos que viven aquí. Los datos de un modelo económico excluyente son claros:

–El PIB esperado para 2016 será de 1.5 por ciento, menor al 3 por ciento prometido. México necesita crecer 6 puntos porcentuales para dar empleo formal al millón de mexicanos que se incorporan cada año por primera vez a la fuerza de trabajo. Cada punto del PIB crea 166 mil nuevos empleos formales. El PIB de 2016 será apenas de un cuarto del necesario para la demanda de trabajo.

–El desempleo real –desempleo más subempleo raquítico– es de 11.4 por ciento de la población económicamente activa, algo así como 6.2 millones de mexicanos. Los migrantes echados de EU vendrían a sumarse a este rubro de desempleo-subocupación.

–Más o menos 60 por ciento de la economía es informal, es decir, fuera del control fiscal y sin derechos laborales.

Los desempleos y subempleados a veces prefieren este rubro a trabajos mal pagados.

Como la política económica del Gobierno Federal es el camino neoliberal del Tratado de Libre Comercio, entonces no existen programas de emergencia –salarios, empleos, bienestar– para los millones de mexicanos deportados por EU porque la política mexicana de desarrollo tiene en la marginalidad a 80 por ciento de los mexicanos.

Por eso la estrategia consular en EU de la cancillería mexicana se basa en el criterio de frenar deportaciones para que los mexicanos se queden ahí y no vengan a México a engrosar las cifras de marginalidad y pobreza.

Política para dummies: La política es la frialdad de decidir quienes sí están dentro del desarrollo y quienes no…, y justificarlo sin rubor.