Candidatos y suspirantes

 

Más que tranquilizar a los sectores sociales erizan el cabello de los mercados


Muchas cosas se nos han abaratado en este bendito México nuestro, y una de ellas es la política. Es difícil entender cuando surge esa metamorfosis de la precarización del ejercicio político, y la forma en que como fenómeno político y social impactó en la conciencia y la forma de vida de la mayor parte de los mexicanos. No sé si los tiempos actuales sean mejores que los anteriores, pero en lo personal creo que los políticos de este cuño tienen una ínfima calidad comparada con los hombres y mujeres de hace 30 años.

La historia cuenta que en 1988 se cayó el sistema de conteo de los votos de la elección presidencial realizada el 6 de julio de 1988 cuando se mencionaba que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano llevaba la delantera. Finalmente, Carlos Salinas de Gortari fue declarado presidente y su sombra aún persigue a muchos políticos de mente pequeña que lo culpan de todos los males habidos y por haber ante la imposibilidad de explicar coherentemente su fracaso.

Que me disculpen si les ofende la afirmación, pero Cárdenas, Muñoz Ledo, Salinas, Colosio, Zedillo, o cualquiera de esa generación, tenían muchas cosas de las que carecen los hombres y mujeres de estos tiempos. Por principio de cuentas tenían prestigio, lo que no existe en ninguno de los que ahora quieren. En segundo lugar tenían experiencia política probada y capacidad de gobierno, lo que difícilmente encontramos en los prospectos de estos tiempos. Y no es que me guste denostar, pero en cuanto a políticos estoy seguro que todos los de tiempos pasados fueron mejores.

Baste hacer una evaluación de quienes hasta ahora se han postulado para la Primera Magistratura del país, y aún cuando tienen todo el derecho de aspirar, en lo personal creo que a amplios sectores poblacionales les provocaría no tan sólo decepción, sino miedo si eso ocurriera. Observar nombres como Gerardo Fernández Noroña, Pedro Ferriz de Con, Jaime Rodríguez Calderón o Emilio Álvarez Icaza, más que tranquilizar a los sectores sociales y productivos erizan el cabello de los mercados y, por supuesto, que de los inversionistas también.

Por lo que corresponde a Graco Ramírez Garrido Abreu, Silvano Aureoles Conejo, Rafael Moreno Valle, Ernesto Rufo Appel o Ivonne Ortega son políticos más cuajados y con experiencia de gobierno, lo que hasta ahora los hace competitivos para los partidos en que militan, aunque pequeños para el cargo de Presidente de la República en la circunstancia que estamos viviendo. Margarita Zavala nunca ha tenido un cargo de gobierno, pero fue primera dama y algo debió haber aprendido.

Para ser sincero tampoco veo competitivo al señor Miguel Ángel Mancera, y del señor Andrés Manuel López obrador solamente podría decir que en las actuales circunstancias es el que mejor posicionado está, aunque las encuestas son una radiografía del momento. Mucho tendrán que hacer priistas, panistas, perredistas, verdes y aliancistas, si pretenden detenerlo, porque solos ni para el arranque le servirán. Al tiempo.

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