Hay muertos que hacen ruido…

 

Aunque me proponga no ser cruel, pienso que hay muertos que sí hacen ruido y no es, como dice el dicho, que sea mayor su penar. Es que están de la mano de quienes pueden cubrirlos con un manto de influencias y si son muertos matados, pedir, exigir y torcer la mano de las autoridades […]


Aunque me proponga no ser cruel, pienso que hay muertos que sí hacen ruido y no es, como dice el dicho, que sea mayor su penar. Es que están de la mano de quienes pueden cubrirlos con un manto de influencias y si son muertos matados, pedir, exigir y torcer la mano de las autoridades para su pronta solución.

Desde luego que toda muerte es dolorosa, y es mayor cuando se trata de los hijos, nadie debería morir después de sus vástagos. Eso es injusto, pero lo es más cuando hubo una intervención ajena, criminales, ejecutores, sicarios o como los quieran llamar.

El asesinato de la hija de una diputada despertó la consciencia nacional. Motivó a la suspensión de actividades del Congreso y la solución del crimen por parte de las autoridades. Fue cuestión casi de minutos que se había resuelto el caso. Y declarado cerrado.

El cazafantasmas veracruzano, que no atrapa ni una mosca, dijo que localizaron al asesino, pero había sido asesinado a su vez por quién lo contrató para matar a su novia. Confusión, fue su dictamen. No dio nombres, pero cerró el asunto.

Quien lo sucederá en el mando jarocho, también sin más datos que su palabra, aseguró que no hubo confusión, que los asesinos (aquí se habla de varios) subieron al gimnasio, identificaron a la joven y luego la mataron.

Como siempre, quedarán en el misterio las causas del asesinato, los motivos que por ahora son simple especulación y las identidades de quienes se metieron al gimnasio; fueron al lugar preciso y con la persona exacta.

Sí, doloroso e injusto si como es de suponerse, la estudiante de Medicina era inocente. Pero ¿lo serán sus familiares cercanos?

La diligencia para encontrar a los culpables acrecienta los resentimientos de miles de ciudadanos, jóvenes que estuvieron en mal sitio en mal momento; recuerdo del News Divine, los linchamientos permitidos por Ebrard (por cobardía u omisión, da igual) y las víctimas que nunca encontrarán justicia, porque no hay influencia que clame por ellas. Incluyan, si quieren, a los 43 de Ayotzinapa y sus infames perredistas sin culpa.

Es un lamento nacional: que no se aplique la justicia en centenares de casos cerrados, sin investigación y sin culpables a pesar de que han sido identificados los criminales en Veracruz, Puebla, Tlaxcala y así podemos recorrer la geografía nacional.

Moraleja: No se deje matar si no cuenta con palancas…

carlos_ferreyra_carrasco@hotmail.com