Carstens: ocaso de los Chicago boys y ¿regreso de populismo?

La renuncia de Agustín Carstens al Banco de México marcó el fin del ciclo mexicano de los Chicago boys
Carlos Ramírez Publicado el
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La renuncia de Agustín Carstens al Banco de México marcó el fin del ciclo mexicano de los Chicago boys o economistas forjados en la economía neoliberal de Milton Friedman en la Universidad de Chicago. Primero a través de Cartas de Intención del Fondo Monetario Internacional y luego vía personeros directos, el pensamiento neoliberal introdujo en 1979 la quiebra de la economía estatista.

Los Chicago boys llegaron de la mano del proyecto de mercado definido por Carlos Salinas de Gortari en 1980 con el Plan Global de Desarrollo 1980- 1982. El ideólogo de la corriente de los monetaristas fue Joseph Marie Córdoba Montoya como el principal colaborador de Salinas desde 1979 en la Dirección de Política Económica y Social de la Secretaría de Programación y Presupuesto.

Aunque forjado en el pensamiento económico tradicional estatista de la UNAM y de la burocracia gubernamental, Salinas construyó la pista de aterrizaje de los monetaristas. El entonces jefe de los Chicago boys mexicanos era en ese entonces Francisco Gil Díaz, jefe del Departamento de Análisis Económico del Banco de México y profesor adjunto nada menos que de Friedman en Chicago.

La presencia de los Chicago boys mexicanos en las estructuras de poder primero fue circunstancial por su preparación académica en universidades estadounidenses, pero luego como parte de un proyecto de redefinición de la política económica, el modelo de desarrollo y el Estado y en el tiempo histórico de la crisis del populismo al finalizar el gobierno de Luis Echeverría.

Los padres del neoliberalismo y de los Chicago boys Friedman y su socio Arnold Harberger entraron a oficinas del gabinete económico mexicano después de haber asesorado al golpista chileno Augusto Pinochet a refundar la economía de mercado luego de la experiencia socialista de Allende.

El autor de Indicador Político publicó en la revista Proceso cuando menos tres textos sobre el arribo de los neoliberales: el 20 de mayo de 1978 hizo la primera lista –nombres, apellidos y cargos– de Chicago boys en el sector gobierno, el 16 de septiembre de 1979 reveló que Harberger estaba asesorando al subsecretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz y en mayo de 1981 salió una entrevista con el economista André Gunder Frank, alumno crítico de Friedman y Harberger, denunciando la instalación de la ideología neoliberal en el gabinete económico mexicano.

Del ascenso de Gil Díaz a la Subsecretaría de Hacienda en el gobierno de Salinas en 1988 a la incrustación de Carstens en el Banco de México hasta 2016, los grandes ideólogos del neoliberalismo dominaron la política económica. Si Gil fue el alumno más sobresaliente de Friedman, Carstens se forjó en el pensamiento del FMI donde llegó a ser subdirector general. Los neoliberales dominaron las oficinas de diseño de las políticas económicas: Pedro Aspe con Salinas, Gil Díaz con Fox, Carstens con Calderón en Hacienda y Carstens en Banxico con Peña Nieto.

Lo malo fue que la huida de Carstens del equipo económico no dejó herederos bajo control; Luis Videgaray y José Antonio Meade carecen de una ideología económica, son neoliberales operativos por la dependencia mexicana del FMI y el Consenso de Washington y pueden abrir la puerta al regreso de los economistas populistas, sobre todo por la debilidad institucional y personal del próximo burócrata que tome las riendas de Banco Central y se someta a las circunstancias políticas de la crisis social.

Política para dummies: La política es la difícil habilidad para entender al otro.

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