Cataluña: la independencia que fue, pero no fue

 

El 10 de octubre Puigdemont proclamó la independencia


De la comparecencia del martes pasado del presidente de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, ante el Parlamento catalán en Barcelona se podían esperar dos posibles escenarios: que declarara por todo lo alto la separación de España o bien que reculara en el proceso separatista y regresara al marco constitucional. Pues bien, Puigdemont no hizo ni lo uno ni lo otro, y buscó explorar un tercer escenario que implicó medio intentar hacer las dos cosas acabando por no hacer ninguna, prolongando la crisis catalana de manera indefinida en lo que, sin duda, fue la más anticlimática de cuantas sesiones ha habido en el Parlamento catalán en el pasado reciente. El 10 de octubre Puigdemont proclamó la independencia, pero 30 segundos después suspendió sus efectos de manera indefinida. La ambigüedad de su discurso obligó incluso a que un día después Mariano Rajoy, presidente del Gobierno español le hiciera un requerimiento para que aclarase qué fue lo que dijo porque básicamente nadie entendió. En cualquier caso, son varios los elementos que explican la deliberada indefinición de Puigdemont. Por un lado, la estridencia del discurso soberanista impulsado a lo largo de los años por actores como el propio Puigdemont, Artur Mas, Oriol Junqueras y Carmen Forcadell, entre otros, hacía imposible dejar de lado de manera drástica una eventual declaración de independencia.

En esto Puigdemont se convirtió en rehén de su propio extremismo. Por otro lado, la marcha antisoberanista del domingo pasado, la presión ejercida por la enorme cantidad de empresas que están abandonando Cataluña, la falta absoluta de apoyo internacional al separatismo y la posibilidad de que Madrid ejerza el artículo 155 de la Constitución española borrando en los hechos y de forma inmediata, aunque no definitiva los órganos de gobierno catalanes, sin duda, convencieron al president de abstenerse de envolverse en la bandera y entonar el els segadors en Barcelona. En cualquier caso este asunto dará todavía mucho de que hablar.