China y la presidencia imperial de Xi Jinping

 

Fue reelecto por unanimidad como presidente del país


No hubo sorpresas en Pekín.

En el seno del decimonoveno Congreso del Partido Comunista Chino, celebrado en la Gran Casa del Pueblo, ubicada a un costado de la Plaza de Tiananmen de la capital del gigante asiático, Xi Jinping fue reelecto por unanimidad como presidente del país para un periodo de cinco años más. Este hecho en sí mismo no constituye ninguna sorpresa en virtud de que lo mismo ocurrió con sus dos antecesores. Tanto Hu Jintao como Jiang Zemin fueron presidentes de China 10 años cada uno, es decir dos periodos. Sin embargo sí hay particularidades en la elección que el partido hizo durante su decimonoveno congreso.

En él Xi Jinping se convirtió en el lider más poderoso desde los tiempos de Mao y esto es así porque logró incorporar a la Constitución de la República su particular ideario político que se enmarca bajo la divisa de socialismo con características chinas, que en gran medida está emparentado con el pragmatismo de Deng Xiaoping y que tiene que ver básicamente con un capitalismo salvaje en lo económico acompañado de un autoritarismo absoluto en lo político, que por lo demás es la fórmula que explica el gran crecimiento de China y su estabilidad política en los últimos 40 años. Sin embargo, el modelo chino adolece de un gran problema y es el que tiene que ver con las libertades civiles, los derechos humanos y desde luego la democracia efectiva. En cualquier caso y con Xi a la cabeza, China parece decidida a tomar el relevo de Estados Unidos como potencia líder de estatura global ahora que Washington está claudicando de su liderazgo en prácticamente todos los foros multilaterales. Si China dominará o no la segunda mitad del siglo XXI dependerá en buena medida de que Pekín siga por el camino correcto y de que Washington siga cometiendo errores.

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