Le presentó como un pésimo chiste de la política norteamericana durante un día nublado: presagiaba un breve chubasco sobre sus contrincantes…
Ahora bien podría ser comparado con un huracán categoría 4, burlonamente, antes del 31 de agosto parecía haber perdido toda su fuerza, y ya se avistaba un triunfo demócrata de la Sra. Clinton el 8 de noviembre, sin embargo, los insultos a los mexicanos desde el comienzo de su campaña le abrieron la puerta para entrevistarse con EPN en México, dejando a su paso críticas, enojo e indignación, vigorizando su campaña.
Peña Nieto ha intentado defenderse al dar sus razones del porqué de la reunión con Donald Trump, sin embargo, un día después de que Hillary Clinton declinara de manera oficial la invitación realizada por el Gobierno mexicano para reunirse con EPN, Luis Videgaray, quien se presume fue el responsable de dicha reunión “privada”, presentó su renuncia sin aclarar el motivo, siendo que en esa misma semana se presentaría el paquete económico 2017.
Tal vez, el affaire con Trump no fue el motivo primordial de dicha “renuncia”, por supuesto que el hombre más cercano a EPN durante por lo menos los últimos 11 años, operador y responsable de las 11 reformas estructurales del gobierno peñista, debe ahora tener otros quehaceres de cara al cierre del sexenio…, recordemos que Videgaray nunca ha concluido sus encomiendas.
El huracán Trump obligó a Enrique Peña Nieto a mover sus piezas y esclarecer el escenario rumbo al 2018, colocando a Miguel Ángel Osorio Chong en una posición inmejorable a para las siguientes elecciones presidenciales.
Al tiempo que Donald Trump lucha por convertirse en un impredecible huracán categoría 5 utilizando la dimisión de Videgaray como “ejemplo de su éxito en México”, y de sus credenciales en política exterior.
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