La liga rota

 

La CNTE estiró la liga y la rompió


Los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación leyeron mal el escenario en el que se han movido en las últimas semanas, y en lugar de mantener abiertos los canales de comunicación con el Gobierno Federal, decidieron mostrar el músculo y medir fuerzas. La verdad es que ni tienen la fuerza que afirman ni el control que anuncian, porque las cosas no están caminando como lo planearon.

El Gobierno Federal se mantuvo firme en su decisión de escuchar y dialogar buscando una solución al conflicto, pero los liderazgos de la CNTE diseñaron mal su estrategia de alargar las negociaciones intentando provocar una respuesta de fuerza por parte del Estado, y martirizarse con el desgastado discurso de la represión. Ni una cosa ni la otra ocurrieron y ahora cargaran con el costo de la errónea decisión de entrar en paro.

Para decirlo de otra forma, los líderes estiraron la liga hasta romperla pensando que la tolerancia y pasividad gubernamental era el principal indicativo del miedo que durante semanas intentaron sembrar con sus bloqueos y la retahíla de amenazas y advertencias. Bien dicen por ahí que “perro que ladra no muerde”, y aunque han dado muestras de su ferocidad cuando de enfrentar y confrontar policías se trata, colocarse del lado contrario a la fuerza del Estado ha sido un error garrafal.

Es cierto que el Gobierno Federal fue demasiado tolerante, pero los líderes de la CNTE lo metieron en el mismo laberinto sin retorno en el que se embrollaron y del que solamente uno sobrevivirá. El problema para la disidencia magisterial es que el Estado cuenta con el monopolio de la fuerza institucionalizada, y que la tendrá que utilizar si persisten en mantener como rehenes de su mendicidad a nuestros hijos.

Por lo pronto, ante la intransigencia se ha respondido con la negación a la pretensión de abrogar la llamada Reforma Educativa porque el Gobierno Federal no cuenta con facultades para ello, y en todo caso tendrían que ser los integrantes del Congreso Federal quienes iniciaran ese procedimiento. Lo previsible es que no lo harán, y menos para satisfacer intereses mezquinos de una caterva de maleantes.

El Gobierno Federal anunció que aplicará la ley levantando actas para descontar salarios, y demandar al cabo de cuatro días el cese inmediato del nombramiento y la baja del titular de la plaza como lo estableció la Corte. La CNTE estiró la liga y la rompió, y a menos que depongan su actitud y regresen a los salones de inmediato, tendrán que seguir la lucha sin dinero y desde la proscripción. Midieron mal el momento y las consecuencias pudieran resultarles desastrosas.

Al tiempo.

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