Hacer las 
cosas bien

 

Propósitos de Año Nuevo, todos los hacemos, todos nos entusiasmamos al escribir una larga lista de buenas intenciones, metas y objetivos que, motivados por el inicio de una etapa, estamos dispuestos a cumplir apenas arranque el nuevo año. Es tanto nuestro entusiasmo por tener una nueva oportunidad de resetearnos y comenzar de cero que agradecemos por “un […]


Propósitos de Año Nuevo, todos los hacemos, todos nos entusiasmamos al escribir una larga lista de buenas intenciones, metas y objetivos que, motivados por el inicio de una etapa, estamos dispuestos a cumplir apenas arranque el nuevo año.

Es tanto nuestro entusiasmo por tener una nueva oportunidad de resetearnos y comenzar de cero que agradecemos por “un años más”, cuando en realidad contamos con un año menos de vida.

No es momento de ponernos tristes o melancólicos, y por única ocasión dejaré a un lado mi necesidad de criticar lo inconsciente e incoherente de nuestra bien ponderada conducta humana.

En esta entrega textual me gustaría dejar una lista de propósitos (¿cómo cumplirlos y no morir en el intento?).

  1. Educación ante todo. Lo típico: por favor; gracias; de nada; amabilidad, puntualidad, respeto. ¿Cómo lograrlo si odio al mundo? Recuerda que siempre vas a recibir lo que das. Aunque no lo creas, una sonrisa es la mejor opción para desarmar a cualquiera. Así como los bostezos, los actos de educación y respeto se contagian.
  2. Documentos en orden. Uno nunca sebe lo que puede pasar. ¿Recuerdas el 19 de septiembre? Mucha gente lamentó no tener sus documentos en orden y a la mano. ¿No te has titulado? ¿Has dejado pendiente la renovación de licencia, tu credencial de elector, la visa, cédula y pasaporte? Grandes oportunidades se han perdido por no tenerlos a la mano. ¿Cómo hacerlo? El primer día del año y punto. No pierdas el tiempo. Se trata de documentos que te avalan como ciudadano libre y en situación legal.
  3. Diles que los quieres. No pierdas ninguna ocasión para ponerte al día con la gente que quieres. Aprovecha cada momento con el fin de recordarles cuánto los aprecias y lo valiosos que son para ti. No tenemos la vida comprada.

Hace unos días tuve una pérdida importante. Un familiar cercano murió debido a un paro cardiorrespiratorio. Nunca nos imaginamos que pasaría, y poco antes de este suceso discutió con una de sus hermanas. No tuvieron oportunidad de hablar y arreglar las cosas. ¿Cómo se hace? ¡Adiós orgullo! ¿Lo quieres? ¿La quieres? ¡Díselo! Puedes empezar por los 10 más cercanos a ti.

  1. Ayuda. Contribuir con una buena causa no debe significar un sacrificio. Colabora y aporta en alguna institución sin fines de lucro, con algún emprendimiento social o en casa. A veces podemos ser la diferencia en la vida de alguien. ¿Por dónde empezar? Decide hacia dónde dirigir tu grano de arena para cambiar este mundo o mejorarlo. Te sentirás un héroe.
  2. Plan de vida. Es momento de proyectar, en caso de que vivas muchos años. Ha llegado el momento de dejar a un lado el YOLO. Tienes las mismas probabilidades de abandonar este planeta mañana que en 50 años. Trabaja en lo que quieres y enfócate, aliméntate bien, haz ejercicio, dale prioridad a tu salud mental y emocional. Planea ser una mejor versión de ti cada día. Comienza el 1 de enero y haz un recuento de las buenas acciones hacia ti mismo.

 

Los propósitos de Año Nuevo se toman a juego por ser “imposibles de cumplir”. La motivación se va en picada con el paso de los meses, y la única persona capaz de mantenerlos vivos somos nosotros. Esta lista de propósitos o de “hacerlo bien” comenzó como un experimento en abril de este año, y como resultado todo ha ido mejor. Hacer las cosas bien para que todo salga mejor. Recuérdalo todos los días y te evitarás malos ratos. ¡Nos vemos el próximo año!

*Buscadora de historias urbanas de sus contemporáneos millennials. Ponte atento, tu historia puede ser la próxima.

@valeria_galvanl