Como vulgar delincuente

 

Si Alejandro Vera es culpable por malos manejos de fondos públicos, el procedimiento tiene que ser instrumentado como lo señala la ley


Estoy de acuerdo con Rodrigo Gayosso. Independientemente de las diferencias entre el rector Alejandro Vera y el propio gobernador de Morelos, que el fiscal anticorrupción se atreviera a realizar la detención de la forma en que lo hizo, habla de una mente perversa, de la provocación de un daño personal irreparable porque apareció al momento en las redes sociales. Fue la nota en la mayor parte del país, pero sobre todo, porque fue producto de una forma deleznable de manipulación política y jurídica.

Desconozco si el rector Vera haya sustraído una cantidad de dinero por el monto que se le acusa, pero en todo caso en este país hay procedimientos que tienen que seguirse puntualmente, y a quien acusa, que tiene que ser la propia Auditoría Superior del Estado bajo el mando del propio gobernador, le corresponde la carga de la prueba.

Insisto, desconozco si el fiscal tenía instrucciones de hacer las cosas como las observamos en los videos, o si lo hizo de “motu proprio”, porque seguramente deberán sus excesos tener consecuencias jurídicas.

Tampoco sé si Rodrigo Gayosso, el hijastro de Graco Ramírez y presunto candidato a la gubernatura de Morelos por el Partido de la Revolución Democrática, tenga la autoridad moral suficiente para exigirle al fiscal Juan Salazar Nuñez que se separe del encargo por el exceso de fuerza pública con la que acudió, y la forma en que trató a un hombre que se presume respetable en función del cargo que detenta, hasta que se pruebe lo contrario.

Hace algunas semanas se realizó de forma imprevista un riguroso cateo en el domicilio del señor Vera buscando aprehenderlo, y fue registrada en imágenes toda la diligencia y la prepotente forma en que actuaron los ministeriales. Insisto, no sé si exista una instrucción precisa para intimidarlo, incriminarlo o exhibirlo en los medios de comunicación, pero después de la noche del martes, ahora le favorece “el efecto del desvalido” por la grosera forma en que fue tratado.

Tampoco sé si detrás de todo este enredo se encuentre el gobernador Graco Ramírez Garrido Abreu, pero de lo que sí tengo seguridad es de que le afectará severamente la estupidez cometida por el fiscal. Aunque en Morelos exista una verdadera autonomía para la operación de la Fiscalía General, el costo político del hecho impactará negativamente en las aspiraciones de Rodrigo Gayosso por sustituir a don Graco en la gubernatura de Morelos.

Si Alejandro Vera es culpable por malos manejos de fondos públicos, el procedimiento tiene que ser instrumentado como lo señala la ley, pero por lo pronto lo que logró el fiscal es colocar a la opinión pública del lado del rector. Lo único que se demostró es que el fiscal Juan Salazar Nuñez carece de decencia y probidad. Es más, debiera presentar su renuncia y no esperar a que se la pida el gobernador. ¿No le bastará el mensaje de Rodrigo Gayosso? Al tiempo.