Con ACME o sin ACME… seguiremos igual

 

Diversos datos indican que México está muy lejos de alcanzar los altos niveles de desarrollo que se nos prometieron hace 28 años


¡Bienvenidos todos a la era post TLCAN! Bienvenidos a la era ACME, en la cual, ahora sí, la mayoría de los mexicanos nos beneficiaremos gracias al acuerdo comercial recién negociado entre los gobiernos de México y Estados Unidos.

Por lo menos eso es lo que nos asegura el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, como nos los aseguró el de Carlos Salinas de Gortari cuando, en junio de 1990, anunció que nuestro país, Estados Unidos y Canadá negociarían un tratado de libre comercio.

Hace 28 años los altos funcionarios salinistas nos aseguraron que dicho acuerdo beneficiaría mucho a la población, que los sueldos se incrementarían sensiblemente, que el crédito se ampliaría a un gran porcentaje de los mexicanos, que sería más fácil ser un emprendedor, que los beneficios económicos para todos serían extraordinarios.

Desafortunadamente, nunca se cumplieron las promesas que nos hicieron Salinas y sus socios. La prosperidad generalizada no llegó, innumerables empresas mexicanas quebraron, industrias completas fueron eliminadas, la productividad y los salarios no aumentaron significativamente.

Afortunadamente, para los consumidores que podían pagarlos, los productos made in the USA, de mejor calidad y menor precio, sustituyeron a productos mal hechos en México que se vendían a precios estratosféricos. También se crearon miles y miles de empleos que, aunque mal pagados, tal vez nunca se hubieran generado sin el TLCAN. Y, muy importante, se abrieron las puertas del inmenso mercado estadounidense para una gran cantidad de productos mexicanos, los fabricara una empresa nacional o la filial de alguna corporación extranjera asentada en México.

Diversos datos indican que México está muy lejos de alcanzar los altos niveles de desarrollo que se nos prometieron hace 28 años. He aquí algunos:

El Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inegi) reportó ayer que 56.5 por ciento de la población económicamente activa trabaja en el sector informal de la economía.

De acuerdo con el Banco Mundial, 34.8 por ciento de los mexicanos sobrevive con un ingreso de 5.50 dólares (aproximadamente 102 pesos) diarios o menos.

Al comparar a 137 países, el Foro Económico Mundial coloca a México en el lugar 102 en lo que a la calidad de su educación se refiere y en el 117 en cuanto a la calidad de la educación en matemáticas y ciencias.

El mismo foro, al calificar la calidad aeroportuaria y la de la red ferroviaria, coloca a México en las posiciones 67 y 65, respectivamente, de entre 137 países.

Según la calificadora de universidades QS, sólo dos universidades mexicanas se ubican entre las mejores 400 del mundo: la UNAM, en el lugar 113, y el Tec de Monterrey, en el 178. Si el TLCAN hubiera satisfecho lo que se nos prometió hace casi tres décadas, estos números serían muy diferentes. México sería un país menos pobre y atrasado.

Por eso, con ACME o sin ACME, las cosas seguirán igual para la mayoría de los mexicanos.