Constitución y economía, la amenaza latente

 

Lo que existe son las actividades económicas de cada uno de los agentes económicos que operan en México


(Segunda de cinco partes)

El capítulo económico de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM), que encontramos principalmente en los artículos 25, 26, 27 y 28 de la misma, es una amenaza latente para los agentes económicos, mexicanos y extranjeros, que operan en México, amenaza latente contra la libertad individual y la propiedad privada de cada uno de ellos, amenaza latente que, para colmo de males, es jurídica: está en la CPEUM. ¿Por qué? Veamos.

Leemos, en el tercer párrafo del artículo 25 constitucional, lo siguiente: “El Estado planeará, conducirá, coordinará y orientará la actividad económica nacional, y llevará al cabo la regulación y fomento de las actividades que demande el interés general en el marco de libertades que otorga esta Constitución”, lo cual de entrada suena bien por dos razones.

Primera: lo que el Estado va a hacer es planear, conducir, coordinar y orientar, siendo lo contrario la improvisación, la impremeditación, la espontaneidad, el “allí se va”, y por esos caminos, desde el “allí se va” hasta la improvisación, no se llega a ningún lado. Por ello qué bueno que el Estado planee, conduzca, coordine y oriente. Segunda: lo que el Estado va a planear, conducir, coordinar y orientar es la actividad económica nacional, de cuya buena marcha depende que sigamos comiendo tres veces al día. Por ello qué bueno que el Estado planee, conduzca, coordine y oriente la actividad económica nacional. ¿Qué bueno? Pensémoslo bien.

Lo primero que hay que decir es que la actividad económica nacional, o la Economía Mexicana, si se prefiere, es una abstracción, no existe. Lo que existe son las actividades económicas de cada uno de los agentes económicos que operan en México, de tal manera que la única forma de que el Estado, que sería el gobierno en turno, planee, conduzca, coordine y oriente la actividad económica nacional es planeando, conduciendo, coordinando y orientando la actividad económica de cada uno de nosotros. Si así fuera, que (¿todavía?) no lo es, ¿dónde quedaría la libertad individual y la propiedad privada? Continuará.