“¿Continúa la guerra?”

 

Simplemente se pedía validar un acuerdo de paz


El pasado domingo una Colombia dividida votó un referéndum para ratificar el acuerdo de paz entre las FARC y el Gobierno… Ganó el NO.

Medio siglo de dolor dañó a una sociedad que no quiere perdonar, ni olvidar, aunque el plebiscito no les exigía ninguna de estas cosas, simplemente se pedía validar un acuerdo de paz que ha dejado poco más de 220 mil muertos, y millones de víctimas en ambos bandos.

El resultado de las votaciones obligó a dar marcha atrás al acuerdo de paz firmado por el Gobierno y las FARC; Juan Manuel Santos anunció que los acuerdos estarán vigentes hasta el 31 de octubre, a lo que sin dilación el máximo jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”, reaccionó al revirarle al presidente Santos preguntando si eso significa que “de ahí para adelante ¿continúa la guerra?

Nadie sabe a ciencia cierta qué sucederá, los unos se prepararan para evitar el conflicto, mientras los otros se repliegan y pertrechan esperando el encono, entretanto los colombianos pagarán los platos rotos.

Hace una semana reflexionaba sobre el momento histórico que vivía Colombia al lograr un acuerdo de paz con la guerrilla más antigua de Latinoamérica, y lo alejado que México se encuentra de algo así; hoy comienzo a creer que si bien el referéndum es un mecanismo para dar legitimidad al gobierno en turno, siendo un instrumento poderoso y eficaz, se corre el riesgo de caer en el abuso al buscar la aprobación de una población desinteresada, porque al saber que la participación alcanzó únicamente 38 por ciento de la población, y con 19 puntos porcentuales del total votando por el “No”, ahora tenemos una votación que ha deslegitimizado el proceso, por lo que pregunto: ¿qué tan razonable fue buscar legitimar a un gobierno con un referéndum?