Cruda democrática

 

Electores castigaron los excesos cometidos por los gobernadores tricolores


El gran perdedor fue el Partido Revolucionario Institucional. Y no se trata simplemente de afirmar que los votos no le favorecieron, sino que perdió la oportunidad de refrendar su mayoría en el país y la derrota corta de tajo le implicó cualquier posibilidad de trascender el proyecto presidencial de Enrique Peña Nieto. Para decirlo de otra forma, quienes calificaron la gestión presidencial decidieron reprobarla.

Hay que decirlo con todas sus letras: los electores castigaron los excesos cometidos por los gobernadores tricolores ante la falta de orden por parte del Presidente de la República.

La permisibilidad para hacer lo que les viene en gana fue el principal elemento, y la disposición de los caudales públicos en beneficio personal o para caprichos surgidos del poder, fueron la gota que derramó el vaso.

Veracruz resulta emblemático. Los electores decidieron dejar de votar a los tricolores aún a costa de elegir a uno de los políticos más perversos y corruptos de los últimos años. Miguel Ángel Yunes se ha caracterizado por la realización
de negocios al amparo del poder, y seguramente lo seguirá haciendo ahora a costa de los veracruzanos.

Lo previsible es que el señor Duarte de Ochoa tenga que responder por sus excesos ante la justicia.

Lo mismo ocurrió con César Duarte allá en Chihuahua, de quien se dice que se “robó” un banco entero del que ahora detenta la propiedad. Lo peor de todo es que ambos perdieron con panistas cargados de rencor, que seguramente tratarán de mantenerlos un buen rato tras las rejas. Javier Corral es al igual que el señor Yunes un hombre duro y decidido a demostrar que es un justiciero.Quintana Roo no fue la excepción.

Los excesos de Roberto Borge Angulo provocaron que la gente se volcara a votar por el candidato de la coalición amarillo blanquiazul Carlos Joaquín González, quien hace seis años tuvo la generosidad de hacerse a un lado para que el señor Borge fuera el candidato. No se le pago con la misma moneda y decidió estructurar un proyecto opositor
que capitalizó el descontento contra una pandilla de saqueadores encabezada por el señor Borge. Lo peor de todo esto es que el proyecto del Presidente Enrique Peña Nieto ha sufrido un descalabro que lo mantiene al borde del colapso.

Será difícil que el PRI repita en el 2018 a causa de los ladrones a los que hizo gobernadores. En el pecado llevarán la penitencia.

Al tiempo.

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GG