Cruz Azul ¿Adiós negocios perversos?

 

Aparentemente, comenzarán a cerrar los grifos de dólares por montones para esos promotores y funcionarios


La puerta giratoria de LA NORIA, búnker de Cruz Azul, entrega a la calle al amigo de todas las fiestas, Carlos “Gullit” Peña, al tiempo que RICARDO PELÁEZ se mete a la Casa Azul con muy altas expectativas para hacerse cargo de la silla más caliente de La Noria y del fut mexicano, la Dirección Deportiva de La Máquina, cuyo objetivo es alcanzar el título, mediante sacar por esa misma puerta a todos los promotores desde el legendario Carlos Hurtado (parece la leyenda perversa de Cruz Azul), de quien se dice, desde que es el manejador a su antojo, dinero de por medio, de llevar y traer jugadores, hasta muchas cosas que sólo son leyendas urbanas.

LAS FIESTAS DEL “GULLIT”

Uno de los talentos más desperdiciados de nuestro fut en los últimos años se va. Quizá para siempre, de un equipo de alto nivel, su apego al desorden, al alcohol y las fiestas que con ese exceso sólo generan problemas en todos, pero bajas enormes de rendimiento en los atletas profesionales, Carlos Peña, jugadorazo en León, alcanzando incluso la Selección Nacional, vividor en todos los demás equipos, incluido su paso por Chivas, y a la oportunidad única e irrepetible de jugar en Europa con el Rangers de Escocia, equipo dueño de su muy devaluada carta. De verdad da rabia ver cómo un talento así se dilapida y diluye por esa inestabilidad y mareo que genera la fama efímera.

¿ ADIÓS PROMOTORES?

No había de otra, o Ricardo Peláez llega a Cruz Azul con la responsabilidad y poder suficientes para manejar al equipo desde la Dirección Deportiva, o simplemente no meterse en las recurrentes broncas de más de 20 años en las que la directiva encabezada por Billy Álvarez toleró el manoseo de cientos de contrataciones, algunas buenas, muchas mediocres y otras más espantosas, permitiendo el flujo de millones de dólares con –seguramente– funcionarios coludidos con promotores cuyo único objetivo era y ha sido el negocio visible de constantes altas –bajas– transferencias con el fracaso constante en la cancha, técnicos fueron, los corrieron, regresaron, volvieron a irse, trajeron nuevos paralelos en ese minicaos a las groseras estafas–contrataciones que hoy, aparentemente, comenzarán a cerrar los grifos de dólares por montones para esos promotores y funcionarios, claro, siempre que Billy Álvarez esté convencido de el “Método Peláez”, si no, se formará en la fila de esa puerta giratoria para irse como lo hizo hoy el “Gullit” y hace unos días el buen Yayo de la Torre, devorado por esos negocios perversos… Así de fácil…