Cuando el destino nos alcance

El triunfo de Donald Trump puso a temblar al mundo financiero. El modelo económico mundial que se empezó a gestar en la década de los 70 comienza a decaer. Este modelo basado en una economía de papel, que procede del movimiento especulador mundial, únicamente busca que un grupo de personas controlen los flujos de capital, y se apoderen de la riqueza de los pueblos para acrecentar su riqueza en una cuenta bancaria. Para ello, utilizan modelos financieros y algoritmos a través de las bolsas de valores que llegan a alcanzar máximos los cuales se alejan de la realidad de los activos de las empresas que cotizan en ellas. Este modelo aunado al de la nueva modalidad de atacar monedas como el peso que hoy representan un mercado mayor al de los títulos. A este modelo económico, Aristóteles, le llamó: crematística.

Con la llegada de Donald Trump este modelo económico peligra, ya que el saqueo alcanzó a la clase obrera de Estados Unidos, quienes siempre gozaron de los privilegios de un salario remunerador para vivir en suburbios con todas la comodidades, pero esto se agota por la voracidad de las empresas estadounidenses que han buscado bajar sus costos de producción para tener mayores utilidades.

Hoy el obrero americano tiene que competir con raquíticos salarios de China y México principalmente, quien con la firma del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, México y Canadá le permiten vender sus productos sin aranceles, lo que provocó la llegada de múltiples empresas hacia nuestro país.

Este tema fue explotado por Donald Trump en su campaña, quien pretende devolver los empleos a su país mediante la cancelación de acuerdos comerciales o, en su mejor caso, renegociarlos como con México, quien a lo largo de sus 22 años de existencia no elevó el nivel de ingresos de sus trabajadores pensando que el modelo continuaría.

El presidente electo Trump pretende darle un giro a la economía para enfocarse en la “economía doméstica” a través de la construcción de infraestructura (carreteras, escuelas, hospitales e industria militar, etcétera) y reapertura de empresas en Estados Unidos; para esto utilizará los recursos provenientes del endeudamiento público que impulsará el crecimiento económico y que se pagará del aumento de la recaudación de impuestos que generará el crecimiento del PIB. Esto no es nuevo, Estados Unidos lo ha hecho anteriormente con excelentes resultados como en la gran depresión del 29 permitiendo enfrentar, en su momento, la Segunda Guerra Mundial, logrando con esto mover la economía productiva del mundo.

Este modelo económico requerirá de grandes flujos de capital que tendrán que abandonar las bolsas de valores y dejarán a los especuladores sin recursos suficientes para continuar con el saqueo mundial, ya que el instrumento que utilizan en la actualidad para la especulación es el dólar.