“Cuaresma 2017”

 

Este tiempo litúrgico no se limita a dirigir nuestra atención


Siempre que cada año inicia el tiempo de la Cuaresma, es ocasión oportuna para dirigir de manera especialísima nuestra atención, con la mente, el corazón y el espíritu, hacia Dios Padre que nos creó y hacia Jesús que nos salva. Es un tiempo que la Iglesia fijó en un periodo de 40 días que sirven de preparación para celebrar el momento de nuestra salvación que nos vino gracias a la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.

En su Mensaje para la Cuaresma de 2017, en el que, bajo el título “La Palabra es un don. El otro es un don”, el papa Francisco explica que “La Cuaresma es un nuevo comienzo, un camino que nos lleva a un destino seguro: la Pascua de Resurrección, la victoria de Cristo sobre la muerte.”

Este tiempo litúrgico no se limita a dirigir nuestra atención, con la mente, el corazón y el espíritu, hacia Dios, sino que también nos mueve a poner nuestra atención en los demás, especialmente en los más pequeños y necesitados, como también lo refiere en su mensaje, el Papa: “La Cuaresma es un tiempo propicio para intensificar la vida del espíritu a través de los medios santos que la Iglesia nos ofrece: el ayuno, la oración y la limosna. En la base de todo está la Palabra de Dios, que en este tiempo se nos invita a escuchar y a meditar con mayor frecuencia”.

¡Cuántas veces hemos dicho que si todos hiciéramos el bien venceríamos al mal y los desterraríamos de nuestro mundo! pero nos lamentamos, ¡también cuántas veces!, al comprobar que no lo logramos. ¿Cuál es la causa de este mal que nos lo impide…? Francisco lo destapa en su mensaje: “El apóstol Pablo dice que «la codicia es la raíz de todos los males». Esta es la causa principal de la corrupción y fuente de envidias, pleitos y recelos. El dinero puede llegar a dominarnos hasta convertirse en un ídolo tiránico. En lugar de ser un instrumento a nuestro servicio para hacer el bien y ejercer la solidaridad con los demás, el dinero puede someternos, a nosotros y a todo el mundo.”

El Mensaje para la Cuaresma de 2017 concluye con esta exhortación: “El Señor nos muestra el camino a seguir. Que el Espíritu Santo nos guíe a realizar un verdadero camino de conversión, para redescubrir el don de la Palabra de Dios, ser purificados del pecado que nos ciega y servir a Cristo presente en los hermanos necesitados”.

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GG