Cuesta trabajo

Recientemente, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señaló que la tasa de desempleo promedio en México fue de 3.4 por ciento, la cuarta más baja entre los países integrantes del bloque.

En su reporte mensual, la organización indica que al cierre del año pasado había un millón 854 mil desempleados en México, cifra que significa 231 mil personas menos que los 2 millones 85 mil desempleados al finalizar 2016.

Y es que la insistencia de crear empleos mejor remunerados aumenta.  Si bien el objetivo es inhibir el trabajo informal, la realidad es que poco se puede hacer cuando la precarización del salario ha sido constante.

Por el momento, en el país hay un círculo vicioso marcado por la improductividad total, precarización laboral, baja producción, trabajo informal, migración y lenta evolución de la economía. No obstante, para este año se espera un avance en respuesta a la recuperación gradual del sector industrial estadounidense.

Si bien los datos generales muestran que el empleo crece, algunos cálculos indican que la masa salarial mantiene un comportamiento lateral, lo cual no refleja el beneficio del aumento en la ocupación.

Una realidad dura es que las fuentes laborales existentes demandan personal que trabaje largas jornadas. Más allá del cumplimiento, por ley, de ocho horas diarias.

A final de cuentas, un buen desempeño de la economía debería mostrar principalmente la capacidad de generar empleos formales, lo cual refleja las buenas condiciones del entorno para que fluya la inversión, que es la principal fuente de generación de nuevos puestos de trabajo.

La necesidad de generar empleos es fundamental, pero lo es más el hecho de que los nuevos puestos de trabajo se concentren en la formalidad con todos los beneficios que ello implica.

Lo urgente para los nuevo tiempos es que se dé, en el mediano plazo, la creación de empleos de calidad con más innovación, mientras que al Gobierno le toca la responsabilidad de fortalecer el mercado interno para no ahondar las divisiones entre las regiones.