“Curioso manuscrito de BXVI”

 

En el manuscrito, BXVI manifiesta que su predecesor “es un hombre de profunda formación filosófica y teológica”


¿Es necesario, para el pontificado de Francisco, un reconocimiento expreso del papa Benedicto XVI? Parece que no, al menos durante los primeros cinco años. ¿Por qué, entonces, ahora sí lo hace? Pues porque ahora sí es necesario, aunque de informal manera, mediante un manuscrito en el que agradece que se le haya enviado una publicación de once libritos que recopilan opiniones de teólogos hacia el papa Francisco.

En el manuscrito, de fecha 9 de febrero, el papa Benedicto expresa: “Aplaudo, esta iniciativa que quiere oponerse y reaccionar al necio prejuicio sobre que el Papa Francisco es solo un hombre práctico sin formación teológica o filosófica especial mientras que yo he sido solo un teórico de la teología con poca comprensión de la vida concreta de un cristiano hoy”, expresa que “los pequeños volúmenes muestran, con razón, que el papa Francisco es un hombre de profunda formación filosófica y teológica, y por lo tanto ayudan a ver la continuidad interna entre los dos pontificados, a pesar de todas las diferencias de estilo y temperamento” y explica que “sin embargo, no tengo intención de escribirles un pasaje teológico breve y denso porque, a lo largo de mi vida, siempre he tenido claro que escribiría y me expresaría solo sobre libros que haya leído muy bien.

Lamentablemente, aunque sea por razones físicas, no puedo leer los once volúmenes en un futuro cercano, especialmente porque me esperan otros compromisos que ya he tomado”.

En el manuscrito, BXVI manifiesta que su predecesor “es un hombre de profunda formación filosófica y teológica” y así es, pues el papa Francisco obtuvo la licenciatura en teología en 1970, y en marzo de 1986 viajó a Alemania para ultimar su tesis doctoral.

En su manuscrito, el papa Benedicto explica que “no tengo intención de escribirles un pasaje teológico breve y denso”, de donde se infiere que se le había solicitado, ya un comentario, ya el prólogo, y explica que no lo hace porque “a lo largo de mi vida, siempre he tenido claro que escribiría y me expresaría solo sobre libros que haya leído muy bien” y elimina toda probabilidad de hacerlo cuando aclara: “no puedo leer los once volúmenes en un futuro cercano, especialmente porque me esperan otros compromisos que ya he tomado”.