De la miseria a la bonanza

 

Desde 2013, las cosas empezaron a cambiar al aprobarse la Reforma Educativa


Dublín, Irlanda.- La primera vez que visité este país, en 1968, su Producto Interno Bruto (PIB) llegó a los 3 mil 279 millones 310 mil 850 dólares y era la economía número 48 del mundo. Ese año el PIB de México fue de 29 mil 363 millones 634mil 200, lo que la convirtió en la economía número 12. Es decir, la economía mexicana era casi nueve veces mayor que la irlandesa.

Después de 48 años, en 2016, el PIB irlandés fue de 293 mil 605 millones de dólares y su economía fue la número 42 del planeta; el PIB mexicano fue de un billón 46 millones 2 mil y su economía fue la número 15. Ese año la economía de nuestro país fue 3.56 veces mayor que la de Irlanda.

En 1968 el PIB per cápita de Irlanda era de mil 122 dólares; el de México era de 601 dólares. Es decir, el de Irlanda era 86.69 por ciento mayor.

En 2016 el PIB per cápita irlandés fue de 62 mil 562 dólares mientras que el de México fue de 8 mil 644. O sea, el de Irlanda fue 623.76 por ciento mayor.

¿Cómo explicarnos que de 1968 a 2016 la economía irlandesa creciera poco más de nueve veces mientras que en ese mismo periodo la mexicana creciera 3.6 veces? ¿Y cómo entender que el PIB per cápita de Irlanda creciera como creció? Para entender lo que algunos llaman el milagro irlandés hay que reconocer, en primer lugar, que los gobernantes de esta isla decidieron hace muchos años construir un sistema educativo de alta calidad para exportar mano de obra de alta calidad. Como un maestro me lo explicó durante una visita que hice hace 25 años: el gobierno de Irlanda prefería exportar ingenieros, médicos y otros profesionales sabiendo que enviarían más dinero a sus parientes en este país que lo que enviarían trabajadores poco calificados contratados en Inglaterra u otros países para realizar trabajos manuales y mal pagados.

O sea que los gobernantes de Irlanda no se conformaron con exportar cocineros, recamareras, albañiles o carpinteros a países más desarrollados, como aparentemente sí lo aceptaron los que durante décadas gobernaron a México.

Desde hace 35 años he insistido, en este y otros espacios, que el gran e imperdonable pecado que cometieron quienes han gobernado a este país desde la década de los 30 del siglo pasado hasta 2012 fue sacrificar la calidad educativa y el futuro de varias generaciones de niños con tal de tener controlado al poderoso sindicato de los maestros.

Afortunadamente, desde 2013 las cosas empezaron a cambiar al aprobarse la Reforma Educativa promovida por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

Quienes critican la más importante reforma de los últimos 80 años harían bien en analizar el caso de Irlanda. Un país que pasó de la miseria a la bonanza gracias a su excelente sistema educativo.