Delincuencia electoral

 

Ramiro Chambé León ex alcalde del municipio chiapaneco de Ocozocoautla de Espinoza fue detenido en Cancún con la cantidad de cinco mdp


En este país ocurren muchas cosas que encuentran explicación en la vocación de la ilegalidad, y por desgracia algunas de ellas las realizan aquellos que, por la naturaleza de su oficio, debieran mantenerse de manera permanente en los espacios de la legalidad. Eso es lo ideal, pero lo real es que en la búsqueda del poder, cúspide de la legalidad, lo ilegal se asume como un derecho al que acuden aquellos que pretenden mantenerse indefinidamente en las estructuras de ese mismo poder al que vician con sus actos.

Ramiro Chambé León fue alcalde del municipio chiapaneco de Ocozocoautla de Espinoza. El señor Chambé fue detenido en el aeropuerto de Cancún cuando le descubrieron un maletín con la cantidad en efectivo de cinco millones de pesos, de los cuales no pudo comprobar la procedencia ni el destino, y eso le provocó quedar a disposición de las autoridades ministeriales ya que los actos que protagonizó pudieran ser constitutivos de un delito electoral que no alcanza fianza.

También fueron detenidos sus acompañantes Dinorah Margarita Aguilar Macías y Ángel Albino Corzo León, esposa y primo respectivamente del acaudalado ex alcalde. Los representantes de los partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática, Movimiento Ciudadano, y Movimiento de Regeneración Nacional, señalaron que el dinero sería presuntamente utilizado para la compra de votos a favor de Ramberto Estrada Barba, candidato de la coalición “Somos Quintana Roo”, en Cancún, conformada por el PRI-PVEM-PANAL.

Este hecho, de por sí vergonzoso y delincuencial, forma parte de una estrategia implementada desde las estructuras gubernativas en todo el país. En él se ven involucrados todos los partidos políticos, porque la naturaleza del poder nace de amplios procesos de corrupción que nunca en nuestra vida como nación independiente nos hemos preocupado por erradicar, y mucho menos quienes nos gobiernan. Pero también es una forma de descubrir el temor que despierta Carlos Joaquín en las autoridades de Quintana Roo de perder el poder ante una coalición que decidió abanderar a un hombre que, aunque surgido de las filas del tricolor, representa para los quintanarroenses la posibilidad de un cambio de rumbo y la reivindicación de los sectores más olvidados del paraíso del sureste.

Ese es el papel que por ahora desempeña el expriísta, y pareciera que hay temor que ante su eventual llegada muchos tengan qué enfrentar a la justicia. Puede ser el capítulo de una historia que muchos desean: “la reivindicación de los jodidos”. Al tiempo.

FF