Deportaciones de Trump son “limpieza étnica” racial

 

El lenguaje racista de grupos antihispanos confirma la tesis de limpieza étnica


Si el nuevo presidente de EU tiene todo el derecho soberano a cerrar sus fronteras migratorias y a deportar a extranjeros ilegales, las cifras de migración mexicana revelan que no se trata de un asunto laboral o de temor al terrorismo infiltrado, sino de una verdadera limpieza étnica.

La migración mexicana ilegal anual –sin documentos para ingresar, permanecer y trabajar en EU– había llegado al techo de 770 mil personas en el 2000, de acuerdo con cifras del Pew Research Center y el ritmo había decrecido para llegar apenas a 150 mil al iniciar el gobierno Obama en 2009. Para el 2050 se estima que la población hispana podría llegar a 30 por ciento del total sin poner en riesgo la dominación estadounidense. Incluso, se tienen datos que muestran que la población de mexicanos en Estados Unidos comenzó a disminuir en 2011.

Entre el muro que comenzó a construir el presidente demócrata Bill Clinton en 1994, el aumento en el cruce de migrantes en 1993 (año de aprobación del tratado de comercio libre que crearía tantos empleos en México que abatiría la emigración) y 2003 y las deportaciones ordenadas por el presidente demócrata Barack Obama, el flujo y asentamiento de la población migrante ilegal mexicana en EU había descendido.

De acuerdo con cifras de la Dirección de Servicios de Investigación y Análisis de la Cámara de Diputados de México, la población mexicana en la Unión Americana había saltado de 864 mil personas en 1970 a 12 millones en 2010. Del total, 27.4 por ciento se dedicó a actividades de trabajo doméstico en edificios y hogares y sólo 22 por ciento a labores de transporte y producción. Y 60 por ciento de los mexicanos que trabajaban en EU ganaban en 2010 entre 10 mil y 30 mil dólares anuales, una media de entre 10 mil a 30 mil pesos mensuales. Y en términos de terrorismo, no existen datos oficiales de algún terrorista musulmán en activo que hubiera cruzado por la porosa frontera México-EU.

En todo caso, el problema social generado por mexicanos ilegales se localizaba en dos rubros: los años de baja actividad económica afectaban el empleo de migrantes ilegales y muchos de ellos se dedicaban a labores criminales, y la alta demanda de droga llevó a pasar del envío de cargamentos a la presencia física de miembros de cárteles mexicanos del narcotráfico en territorio americano. Cifras de oficinas antinarcóticos de EU revelan que bandas mexicanas controlan el crimen en las cárceles y dominan el mercado de venta al menudeo de droga en cuando menos tres mil ciudades estadounidenses.

En este sentido, la directiva ejecutiva del presidente Trump para construir el muro y deportar a mexicanos ilegales trabajando o en las cárceles tiene más el perfil de una limpieza étnica correspondiente a los objetivos de las milicias armadas estadounidenses contra mexicanos. El lenguaje racista de grupos antihispanos confirma la tesis de limpieza étnica.

A lo largo de 47 (de 1970 a 2017), el Gobierno mexicano ha sido el principal responsable de las políticas económicas, de crecimiento del PIB y de desarrollo que disminuyeron su cobertura de empleo y bienestar y obligaron a millones de mexicanos a emigrar ilegalmente hacia Estados Unidos. El tratado de comercio libre y su tasa de crecimiento económico promedio anual de 2.2 por ciento en el periodo 1994-2016 han sido las corresponsables del aumento de la migración ilegal de alrededor de siete millones de mexicanos.

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