Desahuciada

 

La CDMX está desahuciada, cacicazgos delegacionales violentos y corruptos, narcotráfico creciente, en fin, manifestaciones del cáncer extendido


La CDMX está desahuciada. Su agonía es larga e irreversible. Destruida desde hace mucho por malos gobernantes, incapaces de solucionar sus problemas, pero con gran capacidad para enriquecerse, hoy vive una etapa terminal. No escapa de esta responsabilidad ningún signo político actual o anterior, sin embargo, la puntilla final le fue colocada por la gestión todavía en curso.

Miles de casos, por desgracia, apuntalan esta afirmación, cada quien tiene una historia al respecto.

Hay estudios serios cuyas conclusiones deberían llenar de vergüenza a los miembros de la sociedad mercantil a cargo de la ciudad. Robos, asesinatos y secuestros a luz de día en el centro de la urbe; asaltos a comensales en toda su traza, ausencia policiaca como regla constante, conozco muchas llamadas inútiles pidiendo una patrulla, simplemente no llegan; caos vehicular y de tráfico, está comprobado el crecimiento de cuatro veces el tiempo de espera en un solo tramo de semáforo en horas pico, pero algún genio, con los debidos réditos, logró colocar macetones, mesas para tomar humo en vez de café, postes inútiles en las esquinas y disminución dramática de los carriles de circulación en vías de gran concurrencia. El diseño urbano en manos de enemigos del bienestar.

Corrupción rampante.

Aquí mismo he denunciado, aportando datos, verdaderos atracos con infracciones, presuntas omisiones de los causantes, inventadas desde oficinas públicas, una Asamblea Legislativa ocupada en colmar su propio interés; cacicazgos delegacionales violentos y corruptos, narcotráfico creciente, en fin, manifestaciones del cáncer extendido.

Tal vez pueda suceder un milagro y, una vez más, ver renacer a esta capital amada.

Quien la gobierne deberá olvidarse de hacer negocios y, casi con tolerancia cero, reponer lo perdido. Ojalá empiece por releer a Efraín Huerta y su declaración de odio a esta ciudad, en el fondo la más bella declaración de amor jamás escrita en su honor.