Clavados de oro y de latón

 

No es justo para ROMMEL una despedida así de triste


Es irónico y simple de definir, pero real, un clavado mal ejecutado por nuestro ROMMEL Pacheco, el primero de su serie, lo manda a buscar una medalla de LATÓN a la tienda, mientras que un CLAVADO sorpresivo, audaz, valiente, de último recurso y hasta mal ejecutado, pero muy eficaz, le entrega a SHAUNE Miller, de Bahamas, el ORO Olímpico en 400 planos en atletismo.

ROMMEL PACHECO

A ROMMEL lo vuelven a alcanzar sus fantasmas, esos mismos que le impidieron en varios ciclos olímpicos meterse a la zona de medallas que por mucho merecía en su momento, pero que se le negó; sus grandes actuaciones han sido siempre “entre Olímpicos y Olímpicos”, pero nunca en esta justa universal.

Los OROS y platas de Rommel Pacheco se han dado en Juegos Panamericanos, pero en Olímpicos se ha quedado muy atrás de sus expectativas y las nuestras; de hecho, hace unos meses dejó la plataforma de 10 metros para concentrarse en el trampolín de tres metros, en donde obtuvo aquel extraordinario primer lugar en la Copa del Mundo. Rommel hizo un…

GRAN PREOLÍMPICO

Que le permitió generar expectativas más que justificadas, además de una aparente seguridad que nos hacía suponer que  ya se había sacudido para siempre aquellos fantasmas olímpicos, que lo  acosaron desde Atenas impidiéndolecerrar sus ciclos olímpicos y crecer al nivel de esa figura que sus facultades y dedicación prometían; aquello de la canción “prometes y prometes y nada” es hoy la realidad a la que nuestro gran ROMMEL enfrenta justo a sus 30 años de edad cuando debe, como en los clavados, buscar apretar para hacer una digna salida.

MEDALLA DE LATÓN BARATA

De esas que pueden comprarse como souvenirs es lo único que puede llevarse para su colección en casa, quizá no la lleve y la deseche para no recordar “ESE” primer clavado, en el que falló tan evidentemente que ahí mismo, cuando tomaba vuelo, pudo haber sentido el PESO DE LOS FANTASMAS que regresaban de forma abrupta y maldita a posarse sobre su espalda después de haberse ido por sólo un ratito.

No es justo para ROMMEL una despedida así de triste y lamentable sabiendo, no nosotros, sino él mismo, el potencial que traía para esta competencia, “SU” competencia que echó a perder en ese primer clavado, ya el error del segundo fue inercia y los demás buenos clavados, la verdad ¿YA PARA QUÉ? [email protected]