Diseño y paz social

 

Aurélien Guilabert Oscuridad, puntos ciegos, obstáculos físicos, basura, insalubridad son elementos del diseño urbano que propician la inseguridad en el espacio público o en un territorio. La famosa teoría de las ventanas rotas desarrollada por James Wilson y George Kelling sobre el contagio paulatino de conductas incívicas en un área ya deteriorada refrenda la correlación […]


Aurélien Guilabert

Oscuridad, puntos ciegos, obstáculos físicos, basura, insalubridad son elementos del diseño urbano que propician la inseguridad en el espacio público o en un territorio. La famosa teoría de las ventanas rotas desarrollada por James Wilson y George Kelling sobre el contagio paulatino de conductas incívicas en un área ya deteriorada refrenda la correlación entre el espacio, el diseño arquitectónico y la inseguridad. La Organización de las Naciones Unidas estipula en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 11, de la Agenda 2030, que una de las prioridades es lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

ONU Hábitat, especialmente en la publicación Planeamiento urbano para autoridades locales, afirma que el diseño urbano puede reducir sensiblemente la delincuencia y representa un eje clave para la prevención social de las violencias, especialmente en entornos marginados o hacia poblaciones de atención prioritarias. Por ejemplo, el diseño de usos mixtos y flexibles de los espacios, es decir que contemplan comercios, viviendas, esparcimientos, cultura, fomenta la seguridad ciudadana de los barrios. Al contrario, zonas dormitorios sin presencia de servicios provoca en ciertas horas una percepción de inseguridad y factores de riesgos sensibles.

Los entornos accesibles, salubres e incluyentes fomentan la cohesión y la inclusión social mediante la ocupación y activación de los espacios urbanos. Al respecto, la planificación y la participación social en la etapa del diseño de sus espacios de convivencia resultan fundamentales si se desea propiciar más adaptabilidad al contexto local, así como la apropiación de los mismos.

En este sentido, si bien los gobiernos deben favorecer la realización de consultas locales así como de mecanismos de diseño participativo basados en la información certera, la población también debe jugar un papel clave, debe informarse, coadyuvar en la difusión de los mecanismos de consulta y participar siempre en aras del bienestar común, y no desde una visión de protección de intereses particulares o de promoción partidista, lo que está pasando en muchas ocasiones en la Ciudad de México.

La corresponsabilidad social en materia de diseño urbano, mantenimiento, apropiación y activación de los espacios públicos es tarea obligada para sumar a una estrategia exitosa de paz social y prevención de las violencias. Dichas dinámicas participativas son esenciales al momento de crear o fortalecer la identidad comunitaria y territorial, ejes claves en materia de paz social.

En general, los gobiernos promueven la recuperación estricta de los espacios públicos, pero las políticas carecen de estrategias de mantenimiento a largo plazo, así como de un trabajo permanente de fortalecimiento de la solidaridad local. La conservación de los espacios públicos se volvió una problemática muy intensa por carecer de un modelo sustentable en el tiempo o por falta de capacidades de las autoridades.

El peligro está en recuperar espacios y volverlos a abandonar, lo que aumenta la desconfianza social y abre la puerta con mayor fuerza a la penetración de los factores de riesgos al originen de las violencias, por lo que algunas entidades se encuentran ante el dilema de recuperar más espacios o mantener de forma adecuada para la paz social los actuales.

Algunas ciudades han desarrollado esquemas de mantenimiento y activación público-privados interesantes de evaluar. Sin embargo, varias de estas iniciativas han provocado la crítica de la ciudadanía frente a los peligros de una privatización abusiva de los espacios públicos.

Es tarea pendiente detonar una regulación en la materia a nivel local con el fin de impulsar una estrategia de diseño participativo de espacios urbanos de alta calidad, incluyentes y dotados de un mantenimiento sustentable en el tiempo con prioridad en los barrios periféricos o marginados de la Ciudad de México.

 

*Fundador de Espacio Progresista, A. C. Asesor en estrategias de políticas públicas, incidencia social  y cooperación internacional.

@aurel_gt