Donald Trump y la negación de la meritocracia

 

Lo único que queda claro es que en las altas esferas políticas de Washington la meritocracia vale para un cacahuate


En los días posteriores al tiroteo de Parkland, Donald Trump al quejarse de la actuación de los agentes de seguridad, sostuvo que de haber estado ahí, él hubiera intentado intervenir incluso aunque no hubiera estado armado. Una vez más los dichos del presidente no corresponden con los hechos.

En el pasado, por ejemplo, Trump criticó al senador John McCain, quien es veterano condecorado de la guerra de Vietnam y que fue varios años prisionero de guerra, diciendo que él prefería a los héroes que no se dejaban atrapar. Ciertamente Trump no se dejó atrapar y no lo hizo porque utilizando las influencias de su padre de quien por cierto le viene su enorme fortuna, logró evitar la conscripción para la guerra de Vietnam, obteniendo un certificado médico que lo declaraba inelegible por padecer un espolón calcáneo en el talón del pie. O sea básicamente tenía un callo, un callo que por lo demás no le había impedido practicar deportes ni lo había limitado en su movilidad, pero el hecho es que ya con eso, con el callo, evitó ir a la guerra de Vietnam.

John McCain, por su parte, también hubiera podido evitar arriesgar su vida, que por lo demás casi la pierde, dado que su padre era un almirante perteneciente al alto mando naval de la armada estadounidense, o sea que influencias no le faltaban. Sin embargo, mientras McCain fue, Trump se escondió detrás de los billetes de su papá, y mientras McCain quiso infructuosamente ser presidente de Estados Unidos, Donald Trump no sólo es hoy el inquilino de la Casa Blanca, sino que además con gran descaro dice que de haber estado ahí, él hubiera intervenido en el tiroteo de Parkland. Aunque no hubiera estado armado. Lo único que queda claro es que en las altas esferas políticas de Washington la meritocracia vale para un cacahuate.