Arturo Bermúdez Zurita

 

Le gustan tanto los animales que tenía su propio zoológico en las instalaciones de la policía


Es todo un personaje para los veracruzanos, pero Miguel Ángel Yunes Linares se encargó de dimensionarlo internacionalmente al acusarlo de utilizar una veintena de empresas para lavar el dinero sustraído del gobierno de Veracruz.

Lo que sabían los veracruzanos de él es que siempre se mantuvo alejado de los medios de comunicación, y que es un poco huraño cuando de ventilar públicamente las cosas se trata.

Los periodistas veracruzanos han reseñado una serie de eventos de corrupción, que le han granjeado la desafortunada comparación con Arturo Durazo Moreno. Nunca perteneció a corporación policial alguna, y tampoco a la milicia, pero vestía de forma desenfadada uniformes de gala que hubiera envidiado cualquier policía de alto rango.

En su ficha curricular se incluyen diversas especialidades entre las que destacan contaduría, ciencias políticas, marketing político, el idioma chino, mercadotecnia, estrategia política y diversos socializados electorales, con lo que demuestra que también está preparado para hacerle “competencia a los más afamados mapaches electorales” de todas las regiones del país. Muchas son sus cualidades, pero la lealtad hacia el señor gobernador Javier Duarte de Ochoa es la más reconocida por tirios y troyanos.

Le gustan tanto los animales, de cuatro patas desde luego, que tenía su propio zoológico en las instalaciones de la policía.

Mantener leones, jaguares, tortugas, mapaches, cocodrilos y aves canoras no es un asunto menor porque se requiere una jugosa partida especial para ello, pero decía a los demás que le cubrían gastos operativos y viáticos por mucho dinero, más del que se necesitaba para mantener tanto animal de dos y cuatro patas.

María Elena Morera lo acusó de inflar precios en los concursos que organizaba la dependencia para avituallar a las corporaciones de chalecos antibalas, armamento y parque, pero no le importaba porque pese a las revisiones que la auditoría llevaba a cabo se mostraba hábil y cínico. Los mismo ha ocurrido con el listado de bienes y cuentas bancarias en el extranjero que le fueron detectadas y de las que acepta ser propietario, pero sin explicar el origen del dinero.

Arturo Bermúdez ya no es el afamado policía que todo lo resolvía. Ya no es titular de la cartera que le permitió hacerse de una considerable fortuna. Ya no tiene fuero y está en su nivel más bajo de aceptación al igual que su amigo Javier Duarte de Ochoa, pero tiene la ventaja de poseer una considerable fortuna que nunca antes evidenció. Él dice que siempre ha guardado en los tiempos fáciles para los tiempos difíciles. Que por eso tiene lo que tiene. ¿Será? Al tiempo.

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