El blanco preferido

 

Las campañas políticas no son como la guerra, sino la guerra misma


Dicen por ahí, y dicen bien, que en la guerra, como en el amor, todo se vale. También señalan que las campañas políticas no son como la guerra, sino la guerra misma. Ambas afirmaciones resumen mucho de lo que hemos observado en las últimas semanas; y si de algo podemos estar seguros los mexicanos, es que sin excepción alguna, todos nuestros políticos están cortados por la misma tijera. Aunque se afanen por hacer señalamientos contra sus adversarios, la realidad es que están bañados con lo mismo.

Los tiempos políticos muestran y demuestran que la guerra ya comenzó y que la sucesión presidencial del año venidero está marcando el ritmo de las campañas actuales y del discurso del desgaste. Para decirlo de otra forma, hasta ahora pocas propuestas quedan en la mente de los electores porque las diatribas y las acusaciones sobre corrupción de unos contra otros tienen mayor peso.

Pese al desgaste sufrido por los tricolores, debido a los malos resultados de la administración de Enrique Peña Nieto, pareciera que todas las baterías están dirigidas a detener –de una u otra forma– la ventaja que alcanzó Andrés Manuel López Obrador, producto de esa campaña soterrada que viene realizando desde hace varios años, sin que los integrantes del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) se hayan cerciorado. O quizá es que han preferido no darse cuenta.

Dicen que las cosas caen por su propio peso, y eso parece estar pasando al señor López con la difusión de sus mecanismos de financiamiento para evitar ser señalado ante la autoridad electoral por el uso de dinero ilegal. El problema para el señor López es que cada día que pasa conocemos mejor la forma en que su movimiento se ha financiado.

Dicen que el hilo se rompe por lo más delgado, y hasta ahora ese hilo ha sido Eva Cadena Sandoval, diputada local en Veracruz, y quien aspiraba a convertirse en Alcaldesa de Las Choapas. Después de verla recibiendo medio millón de pesos que sería entregado al “prócer tabasqueño”, tuvo que renunciar a su candidatura.

Pero hizo un mal cálculo al denunciar a quienes le entregaron el dinero porque de inmediato surgió otro video protagonizado por ella misma, aunque ahora recibiendo dólares y un mensaje para el señor López en el sentido de que le entregarían medio millón de dólares. En el amor y en la guerra todo se vale, y las campañas políticas son la guerra misma. Creo que apenas lo está entendiendo el señor López Obrador, porque ha sido el blanco favorito. Al tiempo.

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