El desafío de la inseguridad y el valor estratégico de la información

 

Las agendas superficiales de los partidos han pervertido las estrategias


Además de un desafío para la política, la sociedad y el poder, la fase de ascenso de la violencia criminal en la vida cotidiana representa un reto para la información. Más allá de la nota diaria, del registro numérico de hechos delictivos y de contradicciones cotidianas, la información tiene la posibilidad de convertirse en un valor estratégico para la política del poder.

En este contexto nace hoy el sitio Internet www.seguridadydefensa.mx como parte de las tareas del Centro de Estudios Económicos, Políticos y Seguridad, dirigido por el autor de Indicador Político. Se trata de un espacio estratégico que abordará las dos fases superiores de la seguridad pública: la seguridad interior y la seguridad nacional, las tres como núcleo de la seguridad política del Estado.

La primera mitad de los años 80 registró dos quiebres importantes en la seguridad pública/interior/nacional: en el Plan Nacional de Desarrollo de mayo de 1983, el presidente Miguel de la Madrid introdujo en la doctrina del Estado el concepto de seguridad nacional y el papel esencial de las Fuerzas Armadas en esa tarea. El dato es fundamental: hasta finales del gobierno de López Portillo, el Estado era un Estado social, paternalista y protector.

El fin de ese Estado prohijó el Estado neoliberal, es decir: se pasó del Estado como el ente social superior a un Estado guardián de la estabilidad del mercado. Sin el compromiso social del Estado, entonces la responsabilidad de la estabilidad social se transfirió a las fuerzas de seguridad. El PND formalizó el concepto de seguridad nacional y, desde entonces, el de doctrina militar. A lo largo de 35 años las Fuerzas Armadas son las garantes de la estabilidad, sin que haya ningún elemento que permita hablar de militarización.

En 1984-1985 surgió el primer desafío de seguridad interior, concepto incluido en la Constitución desde 1917 como función del Estado: asesinaron al periodista Manuel Buendía cuando se disponía a revelar complicidades institucionales con los narcos, en 1985 Estados Unidos lanzó una ofensiva contra el Estado mexicano por el asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena Salazar, el embajador John Gavin dio un paso adelante al apoyar en ese periodo la triple santa alianza PAN-empresariosjerarquía católica y la Casa Blanca subordinó la estrategia antinarcos de México bajo su paraguas de seguridad nacional.

A 35 años las cosas son peores, ahora incluso con la circunstancia agravante de que la sociedad hace todo para detener reorganizaciones de las doctrinas de seguridad. Lo que ocurre hoy es reflejo de lo que estalló en 1984-1985: el narcotráfico y crimen organizado como un enemigo del Estado y la sociedad cerrando los ojos. En este sentido, el avance del crimen organizado por encima del Estado es consecuencia de las complicidades políticas, sociales e institucionales.

En este escenario nace www. seguridadydefensa.mx como espacio estratégico de la información para el conocimiento, el posicionamiento social y la apertura de enfoques para la toma de decisiones. Periodistas analistas, reporteros y especialistas trabajarán sobre el contexto que envuelve la nota cotidiana sobre muertos.

Las agendas superficiales de los partidos políticos han pervertido las estrategias de seguridad del Estado, sin pensar que el acotamiento institucional está afectando a los propios partidos con asesinatos de militantes con acciones de crisis de la seguridad interior y no meros hechos cotidianos.

En temas concretos como seguridad, la información es poder estratégico.

Política para dummies: La política es la habilidad para tener información porque la información es poder.