El destino de los partidos

 

Esta pregunta se escucha cada vez con mayor frecuencia cuando de política hablan los comentaristas y analistas que abundan en los medios de comunicación electrónicos e impresos


Después del 1 de julio, ¿cuál es el destino de los partidos políticos mexicanos?

Esta pregunta se escucha cada vez con mayor frecuencia cuando de política hablan los comentaristas y analistas que abundan en los medios de comunicación electrónicos e impresos.

Y, con base en lo que he escuchado, la mayoría de las opiniones afirman que, con excepción de Morena, que más que un partido es un movimiento, los tres partidos que dominaron la escena política nacional durante los últimos 25 años van a enfrentar graves crisis que podrían poner en riesgo su existencia.

Si las encuestas sirven como un indicador de lo que viene, el PRI sufrirá las peores derrotas desde que se fundó, en 1929. Perderán la elección, además de su candidato a la presidencia de la república, todos o casi todos sus nueve candidatos a un mismo número de gubernaturas (podría ganar su abanderado en Yucatán, pero su ventaja es mínima hasta ahora).

Algunos estudios también pronostican que las bancadas integradas por legisladores del PRI y sus partidos satélites podrían ser las terceras fuerzas en ambas cámaras del Congreso.

Es decir, de los 14 estados que hoy gobierna, seguramente perderá Jalisco y muy probablemente Yucatán, esto significa que sólo gobernará entre 12 y 13 de las entidades federativas.

¿Quiénes serán declarados culpables de la debacle priista por los militantes del PRI? ¿Quiénes buscarán apoderarse del partido apenas deje la presidencia de la república Enrique Peña Nieto? ¿Cuál será el destino de quienes durante este sexenio dominaron al PRI, pese a su escasa militancia y experiencia, como son Luis Videgaray, Aurelio Nuño o Enrique Ochoa Reza? ¿Volverán a tener el control los viejos políticos que fueron desplazados por este trío, o desde las filas de sus militantes surgirán sus nuevos dirigentes?

Y, ¿qué va a suceder con el PAN si su candidato Ricardo Anaya no gana la presidencia? ¿Y en los estados qué pasará? De las nueve gubernaturas en juego, el PAN sólo tiene segura la victoria en Guanajuato, mientras que en Puebla y Veracruz enfrenta una fuerte competencia de sus rivales morenistas. En Yucatán, su candidato está virtualmente empatado con el del PRI y ambos son amenazados por el crecimiento del abanderado de Morena.

Si Anaya es derrotado, ¿cuál será su fuerza dentro del partido, que está dividido como nunca? ¿Felipe Calderón y sus seguidores volverán a apoderarse del PAN?

El PRD, que surgió como una coalición de políticos de diversos orígenes bajo la conducción de un caudillo –el primero fue Cuauhtémoc Cárdenas y el segundo Andrés Manuel López Obrador– empezó a declinar al no encontrar un nuevo líder que lo dirigiera. El partido sobrevivirá la elección gracias a su alianza con quien fuera su acérrimo enemigo, el PAN, pero muy disminuido. Sus nueve candidatos para gobernador perderán y así el PRD cederá los gobiernos de la CDMX, Morelos y Tabasco, y sólo seguirá gobernando a Michoacán.