El día de Vladimir Putin

 

El presidente Vladimir Putin pudo encontrar lo vivido esta tarde en Moscú la victoria contundente, inesperada, sorpresiva, por lo abultado del marcador, 5 a 0 en un Mundial


Ni en los mejores escenarios presentados por su grupo cercano, el presidente Vladimir Putin pudo encontrar lo vivido esta tarde en Moscú –y replicando a toda Rusia y sus siete husos horarios–; la victoria contundente, inesperada, sorpresiva, por lo abultado del marcador, 5 a 0 en un Mundial, no se da en todas las jornadas, que detona la pasión que la selección rusa no ha despertado en muchos años; de hecho, cuando fueron eliminados de la Eurocopa 2016 en la fase de grupos, fue el propio presidente Putin quien sugirió deshacer la selección para comenzar desde cero, le obedecieron “a medias” y para adelante, aun así Rusia no trae un equipo que aspire a mucho: juego predecible, falta de conjunto y chispazos le dieron el 5 a 0 ante uno de los más débiles, si no el más, de este Mundial.

Pero el “Día del Presidente Putin” se da no sólo con el triunfo en la cancha que detona un enorme festejo por todo Rusia, metiendo al pueblo ruso de inmediato al Mundial, luego recibe a varios jefes de Estado como invitados personales; no en visita de Estado para esta inauguración, llegan los “amigos” que cubren los huecos dejados por la Unión Europea en bloque que rechaza esta invitación, así como de otras partes del mundo, principalmente de las potencias mundiales; el día se completa con el discurso en el estadio, en la breve ceremonia inaugural, la gente lo vitorea, es real ese más de 70 por ciento de aprobación que nos dicen algunos; el discurso es largo, pero el protocolo le tiene sin cuidado, es su casa, él decide, él invita; incluso Joseph Blatter, hoy borrado en FIFA, a quien llama su amigo, no llega, pero amenaza con hacerlo.

CINCO A CERO ENGAÑOSO

Nadie, ni los propios jugadores y cuerpo técnico de la selección rusa, pueden echar campanas al vuelo por esta goliza despiadada al equipo de Arabia Saudita, malo y limitado como pocos; la pregunta es si ellos llegaron al Mundial, cómo estarán los que eliminaron para llegar acá; el técnico Saudí, nuestro viejo conocido Juan Antonio Pizzi, señala, dejaría de ser técnico argentino vende-humo; que no es esta la referencia de su equipo cuando –en la cancha– vimos al peor portero de muchos mundiales, a jugadores que dejan pasar balones como queso gruyere, a delanteros bobos y limitados; se le viene Uruguay, y con ellos la noche negra, al que, si desde antes considerábamos el peor equipo del mundial, hoy casi lo han confirmado –a menos que haya por ahí alguno que se esmere mucho.

Finalmente el balón rueda en Rusia, se vienen dos semanas tremendas y para fortuna del evento, el local gana, gusta, golea y prende la pasión dormida… Así de fácil…