El error histórico de callar a De la Madrid

 

La violencia creció en aquellos polos turísticos de manera insospechada


Fue una propuesta viable, inteligente y muy responsable. Fue una declaración que llegó como anillo al dedo para intentar resolver el “problemón” que viven en Baja California Sur y Quinta Roo, en medio de las precampañas.

Reabrió la idea el debate inteligente, pero desde el más alto nivel gubernamental pisotearon el argumento. Acabaron con el asunto en un día, y mientras tanto los líderes de los cárteles se pitorreaban de millones de mexicanos. Sí, de todos nosotros.

Fue sin duda, un error histórico, mandar callar al secretario de Turismo, porque la violencia creció en aquellos polos turísticos de manera insospechada y seguirá creciendo, porque la mayoría de los turistas busca un “carrujo” de marihuana con la mano en la cintura, como lo hace en varias entidades de sus países, donde sí está despenalizada la cannabis.

¿No sería mejor regular la distribución, comercialización y consumo, en estas dos zonas fundamentales de entrada de divisas del país, en lugar de seguir engordando las listas de muertos que se pelean por el control de la hierba?

Esos que se oponen y esos que reprueban la medida viajan a divertirse a Las Vegas, compran en los malls de California y esquían en las montañas de Vali, Snowmass y varias pistas de Colorado, sin saber que allá está despenalizada la marihuana.

Y claro, viajan a los Países Bajos y se lamentan cuando están en Europa del porqué no vivimos aquí con el orden de allá, sin saber que los coffeshops ofrecen el estupefaciente para pasar el rato, sin criminalidad alguna.

Desde el Gobierno le dieron un “estate quieto” a Enrique de la Madrid y ninguno de los aspirantes a la Presidencia le quiso entrar al tema, porque son conservadores y se cuidan para no debatir los verdaderos problemas nacionales.

Quien gane de ellos, tendrá seguridad especializada –entre autos blindados, Estado Mayor y seguridad muy especializada– pero desde ahora les debemos advertir que seguiremos igual, y con tendencia a que empeoren las cosas.

Cuando los millones de dólares dejen de entrar, los turistas dejen de venir y se colapse la economía de la industria sin chimeneas, le darán la razón al titular de Sectur. Quizá suceda esa trágica fórmula durante la siguiente administración federal.