El que sigue

Dice el refrán popular que “A cada capillita le llega su festecita”, y si Roberto Borge Angulo pensaba que ya la había librado, la mala noticia es que no, y que apenas comenzará su periplo rumbo a los años de cárcel que muy bien ha sabido ganarse. Y no es que el señor Borge tenga patente de corso para cometer delitos y escapar de ellos, simplemente es que la justicia en este país dista mucho de ser pronta y expedita como lo señala el texto constitucional.

Más tarde que temprano el que la hace la paga, y así lo anunció el actual gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, quien además dijo que su gobierno estará presentando siete denuncias a igual numero de funcionarios de su antecesor por el mal manejo y desvío de 2 mil 388 millones de pesos. Los indiciados serán siete directores de área que trabajaron en las secretarías de Desarrollo Urbano y Vivienda, de Infraestructura y Transporte, Finanzas, y de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado.

Muchos dirán que hubo tardanza para hacerlo, pero una investigación y la determinación exacta de las cantidades sustraídas, o el daño patrimonial causado, no se realiza de la noche a la mañana porque la documentación que lo pruebe y comprueba debe acompañarse debidamente para evitar esa impunidad a la que se acostumbraron muchos funcionarios en el pasado. Pero también hay que tomar en cuenta las argucias del crimen organizado hecho gobierno en Quintana Roo, que hurtaban y robaban utilizando a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje.

Este es el cerco que en las siguientes semanas se irá cerrando en torno al señor Roberto Borge Angulo y a su padre, quien también podría ser imputado por la utilización de recursos de procedencia ilícita. Mal y de malas el exgobernador porque hace apenas unos días la Comisión Nacional de Justicia Partidista determinó suspenderle sus derechos como militante del tricolor.

“No hay mal que dure cien años ni plazo que no se cumpla” dice el adagio popular, y en lo personal creo que el señor Borge Angulo se ganó una buena dosis de años a la sombra por la forma en que organizó el saqueo no tan sólo de las arcas públicas de Quintana Roo, sino la estructuración del crimen organizado ofcial a partir de presuntas determinaciones legales para desposeer a particulares de bienes inmuebles, y enajenar entre sus amigos más de 90 mil hectáreas de vocación turística a precio de ganga.

Los mil millones de pesos gastados en los últimos seis años alquilando aviones para sus viajes de placer con cargo al bolsillo de los quintanarroenses es un hecho sin parangón en la historia del país. Sus bacanales en Barcelona cada 15 días con mujeres, viandas y los más caros licores, encontrarán su precio tras las rejas. Creo que es la hora ya de que el Presidente de la República se deslinde del desprestigio que le han acarreado sus amigos. Al tiempo.