El sábado empezará AMLO a gobernar

 

El 1 de septiembre, iniciará sus funciones la LXIV Legislatura, con una mayoría absoluta de legisladores de Morena y sus aliados en ambas cámaras


El viernes entrante concluirá la LXIII Legislatura del Congreso de la Unión de México y al día siguiente, 1 de septiembre, iniciará sus funciones la LXIV Legislatura, con una mayoría absoluta de legisladores de Morena y sus aliados en ambas cámaras. Empezará así a gobernar a través del Poder Legislativo federal, controlado por él, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, quien no deberá esperar hasta asumir su cargo, el 1 de diciembre venidero, para hacer valer su voluntad sobre virtualmente todas las áreas políticas, económicas y sociales del país.

Con 191 diputados morenistas, 61 petistas, 56 pesistas y 27 arribistas de último momento del MC, las propuestas y deseos de AMLO serán fielmente seguidas y obedecidas por 335 legisladores que tendrán la mayoría necesaria no sólo para expedir nuevas leyes y modificar o derogar las ya existentes, sino para reformar la Constitución General de la República.

En el Senado, Andrés Manuel contará con el apoyo indiscutible de 55 morenistas, ocho pesistas, siete emeceistas y seis petistas: 76 legisladores en total, suficiente para expedir nuevas leyes y modificar o derogar las existentes, pero nueve menos que los que requerirá para realizar reformas a la Constitución. Sin embargo, desde ahora se da por descontado que por lo menos nueve senadores del PRI, PRD, PVEM, que en total son 28, votarán con los lopezobradoristas cuando de reformar la Constitución de trate. Sólo es cuestión de que se dejen convencer sobre las bondades que supuestamente significará para los mexicanos cada modificación constitucional, lo cual no se me hace muy improbable.

Las reformas constitucionales que eventualmente apruebe el Congreso de la Unión serán ratificadas sin mayor problema por los 19 congresos locales, en donde la alianza Morena-PES-PT ganó una cómoda mayoría en las elecciones del 1 de julio: Baja California, Ciudad de México, Chiapas, Colima, Durango, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.

Además de aprobarle sus reformas constitucionales a AMLO, los congresos dominados por los morenistas y sus aliados seguramente se encargarán de modificar las leyes y constituciones locales para que estén en concordancia con las modificaciones que a las federales hagan sus colegas del Congreso de la Unión, lo cual seguramente no será del gusto de los gobernadores panistas y priistas, cuyos partidos ahora serán minoritarios en sus legislaturas locales.

A partir del sábado entrante al presidente saliente, Enrique Peña Nieto, solamente le quedará observar lo que ocurre en las cámaras de Diputados y Senadores, en donde los legisladores de su partido serán una ridícula minoría: 45 en la primera, 14 en la segunda. Desde su oficina, en lo que pronto dejará de ser la residencia oficial de Los Pinos, atestiguará cómo los lopezobradoristas empezarán a desmantelar mucho de su obra y destruir parte de su legado. Porque ese día Andrés Manuel empezará a gobernar.