Elección y tipo de cambio

 

Un incremento igual en su oferta dio como resultado la depreciación


En la especulación con divisas hay una regla no escrita: expectativa de malas noticias compra, malas noticias vende, porque lo más probable es que hayas comprado a un precio de M y vendido a un precio de M + N.

A lo largo del proceso electoral estadounidense se generó y fortaleció la expectativa del triunfo de Trump, ¡expectativa de una mala noticia!, lo cual, según la regla no escrita mencionada en el párrafo anterior, dio como resultado el aumento en la demanda de dólares que, al no haberse compensando con un incremento igual en su oferta dio como resultado la depreciación: aumento en el precio del dólar.

Escribo sin conocer el resultado de la elección en Estados Unidos. Supongamos que haya ganado Trump.

Según la regla no escrita de la especulación cambiaria (expectativa de malas noticias compra, malas noticias vende), el triunfo de Trump sería esa mala noticia mencionada en la mentada regla, y la consecuencia debería haber sido la oferta de dólares, con el fin de obtener la ganancia cambiaria, ganancia que no se obtiene si no se vende, lo cual debería haber ocasionado la apreciación del peso frente al dólar, la baja en el precio de la divisa estadounidense.

Suponiendo el triunfo de Trump, ¿es lo que pasó? ¿El peso le ganó terreno al dólar? Y si Trump ganó y el peso no se apreció frente al dólar, ¿a qué se debió?

No hay más que una respuesta posible a la última pregunta: a la aparición de una nueva expectativa, por demás negativa: que Trump, llegado a la Casa Blanca, intente llevar a la práctica sus promesas de campaña, sobre todo las que suponen perjuicios para los mexicanos.

Sin duda que todo lo mencionado en estos artículos influyó en la depreciación del peso frente al dólar, pero con la misma seguridad puedo afirmar que no fue lo único que influyó en tal fenómeno, siendo que las otras causas, muchas internas, siguen operando, provocando una mayor deprecación o impidiendo una mayor apreciación.