Elecciones 2021: Buscando Culpables

 

El voto del 2021 podrá ser ese castigo a los “responsables” de la crisis, como se evalúe en cada entidad, mientras que el de revocación de Mandato un voto directo a las intenciones del Presidente de la República en medio de todo esto.


Por: Juan Carlos Zepeda*

Podríamos decir, aventurándonos un poco, que el destino de los procesos electorales del año que entra en México se estarán definiendo en los próximos 3 meses. Sin embargo, el proceso de Revocación de Mandato podría llevar una dinámica distinta.

Recordemos que en junio del 2021 se renovarán la Cámara de Diputados a nivel Federal, 14 gubernaturas (más Baja California posiblemente), 29 Congresos Locales y casi 2 mil ayuntamientos. Serán las elecciones más grandes de la historia de México.

En medio del proceso, nuestro País estará viviendo los estragos económicos y sociales más severos de los últimos 100 años, según han pronosticado analistas. Estas circunstancias pueden cambiar de manera importante los liderazgos nacionales y estatales en medio de la Contingencia. Hasta antes de esta crisis, no se veía cómo pudieran forjarse liderazgos nacionales en la oposición de manera sólida y creíble ante un Presidente tan popular y casi “invencible”.

Pero las crisis cambian las perspectivas, los referentes y las formas de evaluar lo que vivimos, pero sobre todo, la manera de ver a nuestros “líderes”. A la par de una sensible (y esperada) baja en la popularidad del Presidente, lo primero que ha empezado a circular es el llamado a una especie de “Frente Único Opositor”, a lo que hay que sumar la reacción atípica de la cúpula empresarial que francamente se vio acorralada y que ya no tuvo otra alternativa que alzar la voz ante el  Gobierno.

El “todos contra AMLO”, para avanzar, debe olvidar que no se requiere un “candidato opositor de unidad”, pero sí que las diferentes partes del movimiento trabajen unificadamente para evidenciar las carencias y fallas de este Gobierno. La tentación de elegir quién sería el candidato único contra el partido de AMLO puede esperar; si se pretende crear una plataforma para alguien en lo particular, el movimiento chocará inevitablemente con una multiplicidad de intereses en juego, irreconciliables entre sí.

Es justamente ahí donde las elecciones y la revocación de Mandato empezarán a ir por caminos diferentes, aunque el Presidente está pidiendo nuevamente juntar estas dos votaciones el año que entra. La estrategia de este Gobierno de “primero los pobres” y el hecho de que para el 1 de diciembre de este año el 95% de los hogares en pobreza estarán recibiendo al menos un apoyo directo del Gobierno, plantea un reto mayor para la oposición. Sin duda, las acusaciones sobre la responsabilidad de la crisis serán el eje de las campañas de uno y otro lado: “Un Gobierno ineficiente que no tomó medidas a tiempo”; “empresarios que pusieron por delante su bienestar al de sus trabajadores”; “la oposición que no aprobó mayores recursos para los pobres”, etcétera.

El voto del 2021 podrá ser ese castigo a los “responsables” de la crisis, como se evalúe en cada entidad, mientras que el de revocación de Mandato un voto directo a las intenciones del Presidente de la República en medio de todo esto. La narrativa que se construya desde ahora en estos dos frentes será la clave para definir estos procesos.

* Maestro en Historia del Pensamiento.

Socio Director de FWD Consultores.

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